domingo, 16 de noviembre de 2008

La venganza del Porno Cubano





Donde el autor explica porqué los disidentes de Ultramar nunca podrán cantar con Pablo Milanés en la “emblemática Tribuna Antimperialista”, y recomienda, de paso, guardar toda la calderilla de las vueltas del café, todas esas molestas monedas de un céntimo, por si algún día eres juzgado por peligrosidad predelictiva y te quedas con ganas de una pequeña y simbólica venganza.


Ciudadanos del mundo, mejores el capitalismo, no abracen el comunismo”. No es la voz de George Bush en la reciente cumbre del G-20, sino el líder del grupo punk cubano Porno para Ricardo entrevistado por la CNN.

Su símbolo es una hoz y un martillo en forma de pene (o consolador, según se mire) sobre fondo rojo. Se han ganado ya una reputada fama de grupo antisistema y disidente, más por el celo revolucionario del Gobierno y por la originalidad del sistema judicial cubano que por la acidez de sus letras, casi inocentes, del tipo “no coma tanta pinga comandante”. Suenan como cualquier grupo garaje de Leganés cagándose en el rey o en las hipotecas, pero a ellos, a los del Ultramar, el exabrupto les sale mucho más caro.

El vocalista de Porno Para Ricardo se llama Gorki Águila. Desconozco si el nombre es real o si se trata de un apodo: como cuenta Yoani Sánchez en el blog Generación Y, durante la década de los 60 y 70 Cuba se inundó de niños bautizados con nombres rusos. Sea como fuere, en 2003 Gorki (a quien, por cierto, mi corrector de Word convierte constantemente en Gorka) fue condenado a 4 años de cárcel (de los que cumplió dos años y medio ) por tráfico de drogas; es decir, por vender dos anfetaminas. Dos unidades, no dos kilos.

El pasado 25 de agosto fue detenido de nuevo, esta vez acusado de “peligrosidad social predelictiva” que, como toda figura jurídica, es imposible pronunciar con la boca llena, y que en Cuba es una cajón de sastre por el cual un ciudadano puede denunciar a su vecino por peligroso, ruidoso, insociable o lo que surja. En la práctica es la forma más sencilla y elegante de callar a los contestatarios sin emplear palabras que suenen a preso político. Los blogueros disidentes cubanos (muchos de los cuales cuelgan su documento de identidad en su cuaderno de bitácora -“para evitar que los policías se desgasten diciéndome identifíquese ciudadana, doy por adelantado las señas de mi vida") expandieron rápido la noticia de su detención, de la que se hicieron eco diferentes medios internacionales, desde la CNN a TVE, pasando por la versión española de Rolling Stone,

Estando Gorki todavía encarcelado, se celebró el gran concierto de Pablo Milanés en la Tribuna Antimperialista de la Habana, escenario de las grandes manifestaciones patrióticas y revolucionaros del Gobierno cubano. Hasta allí acudieron algunos amigos de Gorki con la intención de desplegar una pancarta pidiendo su libertad. Al primer amago les cayó encima un grupo de agentes de seguridad, siempre tan reconocibles por “sus pelados perfectos, sus hombros anchos, sus camisas de cuadros y sus pullover de rayitas”. Fueron golpeados y dos de ellos llevados a comisaria, donde se les informó de que la actuación de la policía tenía como objetivo evitar que fueran lichados por el público.

Al día siguiente, con numerosos medios de comunicación extranjeros a las puertas del Tribunal, tuvo lugar el juicio a Gorki. De la resolución del caso me enteré a través de Habanemia, un blog anárquico, torrencial e impúdico que me tiene fascinado. A Gorki le multaron con 600 pesos.

Una buena noticia, pues le podrían haber caído 4 años de cárcel. Sólo quedaba recaudar el dinero y proceder a cumplir escrupulosamente la ley. Esa misma ley que establece la monedas de 5 centavos como la de mínima unidad de pago. Para juntar 600 pesos en monedas de 5 centavos se necesitan 12.000 monedas de vulgar aluminio, las mismas que tuvieron que ser contadas, con gran diligencia, durante una interminable y aburridísima tarde, por los funcionarios del centro de Control de Multas de Playa ante la mirada satisfecha del Porno Cubano.

Esta vez no me despido con una frase en inglés. Les dejo con "Los Barcos": Fotos de Orlando Luis Pardo Lazo, letra del poeta ruso Vladimir Visotsky, cantada por Ciro García, guitarrista de Porno Para Ricardo. A pesar de estos farragosos créditos, pinchen aquí.

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