tag:blogger.com,1999:blog-89586089019505046862024-02-19T08:21:01.275-08:00La EnzyklöpedienLugares, gentes, bestias y otros hechos asombrososAmbrosius de Königsberghttp://www.blogger.com/profile/08543451222480592481noreply@blogger.comBlogger150125tag:blogger.com,1999:blog-8958608901950504686.post-83732499051784287712013-02-01T03:20:00.000-08:002013-02-01T03:22:49.509-08:00La alfombra marrón<style>
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<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: small;">Hace dos años monté <a href="http://librosdelko.com/quienes-somos">con unos amigos</a> una editorial.
Siendo románticos, me consideré un insensato, pero luego el Gobierno me
ascendió a emprendedor y empezaron a caerme caricias de tertulianos y suplementos
económicos. Habíamos montado una editorial, entre otras cosas, porque nos salía
de los huevos, pero la verdad, me explicaron más tarde, es que estábamos
levantando el país y que por cada nuevo millón de parados nuestro nombre
volvería a ser citado con la misma fe con la que Cospedal se encomienda a una
transparente auditoría externa. Si Johnny cogió su fusil, el emprendedor se
puso las pantuflas y se dispuso a refundar el capitalismo en una caída libre
desde la cama al despacho sin pasar por la ducha y yo con estas pintas.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: small;"> La exuberancia del emprendedor pasar por no salir nunca de
su casa, así que cuando la ministra Virgen de Fátima anunció una alfombra roja
para emprendedores, yo me acordé inmediatamente de la alfombra marrón, en
verdad moqueta, de mi despacho, en verdad la habitación al fondo a la derecha. </span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: small;">Cambié la rutina de oficinista explotado a caserista
autosecuestrado: no voy en bici al trabajo, sino en pijama. Ya no salgo a la
calle a fumarme el cigarro con los compañeros, sino que me lo fumo delante de
la pantalla espolvoreando ceniza en el teclado como un panetone de nicotina,
sin que hasta la fecha haya encontrado el comando de limpieza. En los descansos
voy a la cocina a fregar platos y le doy cera con el mismo rictus de locura con
el que respondo a los correos. A falta de compañeros a los que gritar he
golpeado armarios decorados con papel de grecas en forma de ameba; he buscado
adjetivos colgando calcetines en el tendedero desplegado en mi despacho como
una pesadilla de suplemento de decoración; he fantaseado con la vida ahí fuera
mirando por la ventana, codo a codo con mi gato, el único animal más casero que
un emprendedor. </span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: small;">Pero también hay excitantes salidas al exterior. He
recuperado el carro de compra de mi abuela para llenarlo de libros y pasar la
mañana en Correos, ese templo que
combina la severidad aleatoria de una antigua frontera soviética con el
chisporreteo bullicioso de una pescadería de barrio. En ocasiones me visto y me
ducho para bajar al banco y pedir que me quiten las comisiones de la cuenta de
empresa. De alguna manera, tal vez mirando el saldo de la cuenta, siempre
terminan por descubrir que soy emprendedor y no empresario, y como tal me
despachan metiéndome, entre sonrisas y guiños, una nueva comisión por el culo. </span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: small;">A veces me despierto a media noche gritando el CIF de
empresa. No tengo futbolín ni máquina de coca cola. Mi novia pincha cumbia en
bucle mientras releo por quinta vez el mismo libro que vamos a publicar. Los
domingos de resaca suceden en el mismo espacio que los lunes de curro. He visto
a las mejores mentes de mi generación destruidas por el autoempleo, pero eso a
mi no me incumbe: Yo no soy una gran mente y yo no estoy loco. Yo no estoy
loco, aunque en la pared de mi despacho, en verdad la habitación del fondo, luce
un <a href="http://www.youtube.com/watch?v=9L5bw6ccugw">enigmático mapa geológico de la comunidad de Madrid. </a></span></div>
<span style="font-size: small;"></span><br />
<span style="font-size: small;"></span>Ambrosius de Königsberghttp://www.blogger.com/profile/08543451222480592481noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8958608901950504686.post-17987094853716025282012-10-18T01:22:00.000-07:002012-10-18T01:22:48.683-07:00 Chanel Pit y la potrilla Angelina<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br />"No es un viaje, los viajes terminan pero nosotros
continuamos", declama Brad Pitt en sepia y con cara de toma falsa de Babel, esa
película-ripio en que todos sufren de una manera preciosista, intensísima e
inverosímil, que es como a los críticos de cine más les gusta el sufrimiento.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sale un actor eyaculando para dentro diciendo palabras
aparentemente herméticas y el espectador se queda con la sensación de que, a
pesar de no haber entendido nada, el mensaje esconde un sutil fogonazo de
sabiduría. Dicho con otras palabras, si el anuncio de Channel lo hubiera rodado
un director surcoreano y tuviera dos horas más de duración, habría ganado el
León de Oro del Festival de Venecia.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Yo entiendo que el anuncio es coherente con el zeitgeist de
retórica espesa que sufrimos, y del que para bien o para mal solo escapa Mourinho
con su prosa amargada pero transparente. Sin embargo, creo que el anuncio
hubiese sido más poderoso si en vez de buscarle las cosquillas al universo, se
hubiera limitado a recitar esa frase cowboy <span></span>de Zane Grey: “Ella se revolvía entre sus brazos y él le
dijo: quieta potrilla”. <span> </span>De fondo,
se escucharía un relincho femenino de Angelina Jolie <span> </span>y una manada de búfalos galopando. Miles de adolescentes
poligoneros asaltarían las boutiques de Serrano al grito de “Angelina”.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
De los anuncios de colonia, como los cerdos, se aprovecha
todo. Y Chanel Pitt no es una excepción. Esas frases misteriosas deben leerse
como un manual de instrucciones de uso para la vida cotidiana. Su empalagosidad
celeste lo convierte en un arma infalible en cuestiones amorosas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
“No es un viaje, los viajes terminan pero nosotros
continuamos”. Es la frase perfecta para cortar relaciones y quedar como un
caballero enigmático. Provoca un efecto paralizante en la otra persona, incapaz
de rebatirte el argumento. Cualquier defensa es inútil. Qué mejor que el
misterio insondable para cercenar esa innata soltura femenina hacia el reproche socrático. Está
demostrado que donde tú ensayas una onomatopeya dubitativa, ella fabrica una
tesis académica con su sujeto, con su verbo y con su predicado.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
“Pero si nos casamos mañana y mi padre tuvo que sobornar al
obispo para que nos cediese el Escorial”, balbuceará ella. A lo que tú, con
gesto indignado, replicarás: “¿No te acabo de decir que los viajes terminan
pero nosotros continuamos, que el mundo gira pero nosotros giramos con él. Que
los planes se desvanecen. Que triunfan los sueños?”. Fin de la discusión.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La frase, llevada al extremo sirve también para la discusión
de tareas domésticas. Ella: “La cocina está hecha una mierda. Te tocaba fregar”.
Él: “Los planes se desvanecen. Triunfan los sueños”. Ella: “¿Por qué no me
llamaste en todo el fin de semana”. Él: “Porque a donde quiera que vaya, ahí
estás tu. Mi suerte, mi destino, mi fortuna”.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El peligro, como siempre, es que ella se salga del guión y
después de escuchar indiferente tu perorata Chanel, se coloque el mechón detrás
de la oreja como quien desenfunda una navaja, apoye su mano sobre tu hombro
como quien da el pésame, con un leve impulso de su dedo te haga girar sobre ti
mismo como si fueras un maniquí; se aparte luego unos pasos hacia atrás para
adquirir perspectiva de sastre con alfileres en la boca, contemple tu culo como
quien elige encimera de cocina y diga: “Cariño, <span> </span>tú no eres Brad Pitt. Aunque tengas razón en eso de que los
planes de desvanecen. Eso mismo pensé yo ayer en brazos de ese negro tan
simpático que vende pañuelos a la salida del Carrefour. Tendrías que oir cómo
me llamaba potrrrrilla, así, potrrrilla, estirando las erres”.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Porque esa es quizá la enseñanza más importante de este artículo.
La vida real se parece más a una barata novela del oeste que a un caro anuncio
de Chanel. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="javascript:print()">Imprimir</a></div>
Ambrosius de Königsberghttp://www.blogger.com/profile/08543451222480592481noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8958608901950504686.post-2117604621819420832011-03-15T10:55:00.000-07:002011-03-15T10:55:12.034-07:00Un tal tuíter<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"> <style>
@font-face {
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}p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal { margin: 0cm 0cm 10pt; font-size: 12pt; font-family: "Times New Roman"; }div.Section1 { page: Section1; }
</style> <div class="MsoNormal"><i>Donde el autor acude al congreso de periodismo digital de Huesca y se vuelve prehistórico </i></div><div class="MsoNormal">Todo el mundo hablaba de un tal tuíter, a quien citaban en una pantalla gigante situada detrás de los ponentes, a la manera de los sms en los programas del corazón y en las tertulias del Gran Hermano.</div><div class="MsoNormal">Delante del escenario, unas 20 filas de gente con ordenadores, porque la atención al discurso de un congreso digital ha de ser fragmentaria e hiperactiva e infinita, como el propio universo digital. Tiene sus ventajas: así, por ejemplo, puedes estar chateando, viendo fotos de Facebook o vídeos de motos en youtube a modo de hipertexto. No está claro que enriquezca el discurso del ponente, pero al menos lo hace más llevadero. Un avance respecto al mundo analógico en donde la única brecha escapista del alumno o el oyente era pintar la mesa o mirar al techo o espiar el cuello de alguna hermosa oyente adyacente.</div><div class="MsoNormal">Aún así, escondidos en las filas de atrás, al margen de los avances tecnológicos, había dinosaurios despistados que se limitaban a escuchar y apuntar en una libreta de papel cero punto cero.</div><div class="MsoNormal">Siempre he desconfiado de los contertulios irritados, que recetan lemas, mientras se revuelven ofendidísimos en sus sillas, gimiendo por la falta de independencia de los medios tradicionales y exigiendo, con énfasis de dictador, más libertad y más compromiso. Alguna alusión libertaria contra la ley sinde y aplausos del juvenil tendido digital, que solo reacciona a discursos cuya complejidad argumental pueda resumirse en 140 caracteres. Un fogonazo, un retweet y vuelta a las motos.</div><div class="MsoNormal">Lo mejor del congreso, Alfonso Armada: “estábamos un grupo de periodistas en la cafetería de la ONU y hacíamos lo que siempre hacen los periodistas: quejarnos y llorar. Y entonces decidimos montar nuestra propia revista digital, <a href="http://www.fronterad.com/">FronteraD</a>.”</div></div>Ambrosius de Königsberghttp://www.blogger.com/profile/08543451222480592481noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8958608901950504686.post-25346096794448510012011-02-26T17:49:00.000-08:002011-02-26T17:51:38.654-08:00Lecciones de vuelo con Mathias Rust<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg39Nzm7vaL9TBj8qtQ27xEYOw16BuZ18xxFUPFvP1NyLivcD6_DF5UIu0Eul1qf9qpTMBH0TDxKjBA2nD1lwvejmhyphenhyphenaKYOdGO1IKeaLjpfALvKEyyDRn2dZ16dN3oWsvxcvVT4oCj_pgA/s1600/1204054355_f.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="208" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg39Nzm7vaL9TBj8qtQ27xEYOw16BuZ18xxFUPFvP1NyLivcD6_DF5UIu0Eul1qf9qpTMBH0TDxKjBA2nD1lwvejmhyphenhyphenaKYOdGO1IKeaLjpfALvKEyyDRn2dZ16dN3oWsvxcvVT4oCj_pgA/s320/1204054355_f.jpg" width="320" /></a></div><br />
<br />
Estando mi madre embarazada, mis padres salieron en coche desde Madrid hacia arriba, sin rumbo. En Francia estuvieron dos días metidos en una tienda de campaña, esperando a que les arreglasen el coche y no paró de llover. Luego siguieron avanzando hacia el este. Vieron un cartel que ponía Dubrovnik y ellos nunca habían oído hablar de Dubrovnik. Llegaron a Sarajevo. Aparcaron el coche con matrícula española y se les acercó un hombre que hablaba perfecto español con acento caribeño. "Soy profesor de serbo-croata en La Habana", se presentó, y les hizo de guía por la ciudad. Compraron un tren de madera.<br />
<br />
Le explico a mi primo J. que un barco cargado de dinamita de contrabando explotó en el puerto y mató a 500 personas. Mi primo J. me dice que yo siempre he sido el preferido de la abuela, a lo que yo le replico que ella a veces me llama J. Ríe con un dyc cola en la mano. Mi primo tuvo una novia que le quiso tanto que si siendo de noche él le decía que era de día ella decía que era de día.<br />
<br />
Mi padre se lamenta del chuletón de buey demasiado frío. De postre caminamos cuesta arriba envueltos en una nube con olor a moñiga. ¿Para que criarán tantos caballos? Para carne. ¿Y quién come carne de caballo? Los franceses comen mucha carne de caballo. Yeeeeeegua, grita un pastor con los pantalones caídos.<br />
<br />
En algún sitio de Eslovaquia, viajando entre Praga y Budapest en un tren nocturno, se subió una mujer gorda. Se puso a tejer una bufanda y me pidió con la mirada que apagase mi cigarro. Ronaldo estrella un balón en el palo y vamos a perder la liga. <br />
<br />
En 1987 Mathias Rust alquiló una avioneta Cessna y cruzó el Báltico en dirección a Rusia. Los radares soviéticos le confundieron con una manada de gansos y volando bajo por encima de las vías del tren llegó a Moscú, donde aterrizó en la Plaza Roja. Agentes de la KGB lo detuvieron y fue condenado a cuatro años de cárcel, de los que cumplió 14 meses, compartiendo celda con un profesor de inglés ucraniano.<br />
<br />
¿De qué hablaron el piloto alemán y el profesor ucraniano en su celda de la prisión de Moscú en 1987?<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
</div>Ambrosius de Königsberghttp://www.blogger.com/profile/08543451222480592481noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8958608901950504686.post-29549645022833944892011-01-12T16:22:00.000-08:002011-01-12T16:22:21.759-08:00Anuncio inmobiliarioLa primera vez que vi a la vecina de la fachada de enfrente fumando acurrucada en el balcón, rodeada de una manta, pensé de inmediato en una figura trágica, pero atractiva. Rubia, pelo largo, delgada, aparentemente lánguida. El malentendido duró lo que tardé en escuchar su voz irritada e irritante. Le gustaba hablar por teléfono mientras fumaba en el balcón y contarle las miserias de su jornada laboral a su novio, una borrosa figura mitológica que nunca se asomó a la ventana, y a quien yo distinguía siempre en segundo plano, sentado en el sofa frente al televisor. Ella quejándose siempre de todo. Es enfermera, deduzco, y no creo que nadie pueda ser feliz a su lado. Una pena. Las noches en las que se iba la luz de las farolas y la calle se quedaba completamente a oscuras, los chispazos rojos de su cigarro iluminaban mi insmonio con plasticidad de película de espías. Yo pensaba en todo lo que puedo pensar de madrugada cuando no duermo y era agradable ver un faro enfrente.<br />
<br />
La vecina gorda y vieja de pelo rojo, un poco a lo Calaf, pero en versión exenta de glamour y plena de miseria, subía asfixiándose las escaleras. La distinguía por los sonoros escupitajos y por sus gemidos. La primera vez que los escuché pensé que eran los vecinos follando y me excité ante la cercanía de esos gritos de placer cada vez más cercanos. Que extraño confundir la asfixia de una vieja alcohólica subiendo las escaleras con las de una chica joven follando. Otro malentendido. Lo cierto es que durante mucho tiempo no escuché a nadie haciendo el amor en el edificio, hasta que un día oí por el patio interior (un espacio siempre proclive al erotismo de sujetador colgado con olor a cocido y bochorno veraniego entre tendales), a una verdadera pareja de amantes cósmicos. Daba gusto escucharlos, por intensidad, duración y entoncación. Algo verdaderamente fabuloso. Escuché y escuché hasta que terminé por sentirme un amante mediocre.<br />
<br />
Luego llegaron los guris de abajo. Siempre eran guiris los de abajo y yo siempre los odié con fe inquebrantable. Primero fueron una inglesas con vozarrones de gospel y esa risa británica de niña exagerada. Ahora, mientras escribo, hay algo parecido a un americano o varios. Es imposible trazar una estadística fiable en los pisos de estudiantes. A veces se le escucha follar, traqueteo final de cama contra la pared, pero el sonido predominente que sube hasta mi salón es un indescriptible grito de orangután. A veces cuando bajo las escaleras está su puerta abierta y huele un poco a mierda, como mi antigua casa de Getafe.<br />
<br />
Luego está el camión de la basura, con el que aprendí a obsesionarme como una maldición. Mad Max exterminando dinosaurios de hojalata entre gritos de zarzuela épica. O algo parecido. La clave de su poder intimidatorio radica en su triple naturaleza de suceso sobrenatural infinito, nocturno e impredecible. Algunas noches conté hasta cinco camiones diferentes y nunca parecían repetir el horario. Escuchabas el rumor del último camión sin saber si se trataba del último camión, lo que creaba un efecto de amenaza constante muy eficaz.<br />
<br />
Cuento las cosas malas, porque las cosas buenas me las quedo para mi. En esta casa, con estos sonidos de asfixias, polvos vecinales y camiones de basura en lucha interlagáctica, empecé a escribir este blog. La rutina era siempre la misma. Escribir, colgar, lavarme los dientes y volver a la cama, donde tenía siempre el mismo cuerpo a mi lado.<br />
<br />
Me pregunto cómo será escribir el blog a partir de ahora.Ambrosius de Königsberghttp://www.blogger.com/profile/08543451222480592481noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-8958608901950504686.post-56172720563217698142010-11-28T16:49:00.000-08:002010-11-28T16:57:02.940-08:00Lo bueno de la lluvia<i>Donde el autor vuelve de un fin de semana en Santander y da el parte meteorológico</i><br />
<br />
<br />
Otra vez Sesentadíasseguidossinparardellover. La épica del norte, la lluvia como superioridad moral y estética se hizo aforismo, leyenda y oración para llenarte la boca y recitar como una contraseña entre los hombres de la tribu donde nunca para de llover. Porque todos estaban orgullosos de esta mala racha, aunque todas las mañanas descubriesen irritados otro día gris de gotas de agua en la ventana de la habitación, y en la ventana del coche y en los escaparates. En cualquier momento del día, da igual donde mirases, habría gotas cayendo seguidas de sinceros lamentos de raza perseguida. Esta lluvia me hace tender a la melancolía, se escucharía incluso en boca de algunos afectados con sentido de la ironía y el drama. Y qué manera de llover, primero la ciclogénesis explosiva que derribaba paseos marítimos y volcaba barcos en la bahía en escenas de huracán caribeño. Incluso salía en el telediario nacional, como un espaldarazo definitivo que confirmaba lo que todos los habitantes de la ciudad sabían: que la raza del norte estaba curtida en catástrofes, en barcos hundidos, en terribles galernas, melancolías indescifrables, profundidades abisales, rostros curtidos, chubasqueros, katiuskas, cachis de calimotxo, ballenas varadas, sirenas, puertos, astilleros, putas, cañas de pescar, olas crispadas de espuma-borreguito en días de sur, tornados, galería de fotos de El Diario Montañés. Y qué granizadas, y por favor no me compares con las lánguidas granizadas de interior que arruinan cosechas, lechugas, tomates, no, aquí la playa cubierta de blanco junto al mar negro azul verde con sus tres cargueros y sus cinco veleros y la isla de Mouro de fondo. No, por favor, no me lo compares, esto se trata de otra cosa. ¿No te das cuenta?<br />
<br />
Sesentadíasseguidossinparardellover, y les brillan los ojos.Ambrosius de Königsberghttp://www.blogger.com/profile/08543451222480592481noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8958608901950504686.post-59615450519152412372010-11-19T05:23:00.000-08:002010-11-19T05:23:11.159-08:00¿Aviones volando?<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimoyAtmMDYrkxQ7Rz_wWDUnZyiuHXSeZflE6UuLGdzlXKogrHMowFUUOJNAJk-qX9X-asAJXr_dCYgOLt5XVRhaCdZitN7tQpSUnyEMYrI3AILVAZcnyHU6KKBeaCIojYNmPLE-VXhyphenhyphen7Y/s1600/450px-%25C5%25BDi%25C5%25BEkov_tv_tower.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimoyAtmMDYrkxQ7Rz_wWDUnZyiuHXSeZflE6UuLGdzlXKogrHMowFUUOJNAJk-qX9X-asAJXr_dCYgOLt5XVRhaCdZitN7tQpSUnyEMYrI3AILVAZcnyHU6KKBeaCIojYNmPLE-VXhyphenhyphen7Y/s320/450px-%25C5%25BDi%25C5%25BEkov_tv_tower.jpg" width="240" /></a></div><br />
<i>Donde el autor juraría que, a este ritmo de dispersión y disgresión, jamás será capaz de terminar la guía de Praga</i><br />
<style>
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font-family: "Cambria";
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</style> <span style="font-family: Cambria; font-size: 12pt;"> </span><br />
<span style="font-family: Cambria; font-size: 12pt;">David Černý intervino en la torre de televisión de Praga (pronunciese Žižkovský vysílač). No es fácil elegir el verbo que acompañe a un escultor, pero imagino que intervenir es una opción que les emociona y les hace sentirse todavía un poco más artistas. Intervino Černý en el edificio más alto de Praga, una torre retrofuturista (según afirma con acierto la guía que copio) de los años 80. Está alejada del casco histórico de la ciudad, así que es imposible comparar en una misma postal su perfil de cohete bauhasiano con las cúpulas barrocas y torres góticas de Staré Město. Una lástima. </span><br />
<br />
<span style="font-family: Cambria; font-size: 12pt;"> Černý</span><span style="font-family: Cambria; font-size: 12pt;"> intervino en la torre colocando un puñado de esculturas de bebés gigantes que caminan a gatas por la columna blanca. De lejos parecen moscas. Černý es un autor ingenioso, lo cual a falta de talento, es siempre un recurso inteligente. La<a href="http://www.davidcerny.cz/"> página web de Cerny</a> te recibe con su cabeza girando y emitiendo eructos de rana. Para avanzar y pasar al índice hay que volarle la cabeza con un disparo de ratón. Suena entonces un cósmico aleluya. Ingenioso. Pincho al azar uno de sus proyectos y me encuentro con un portaviones de la marina atracado encima de las torres gemelas de Nueva York. El fotomontaje es de 1996 y demuestra que la ficción siempre supera a la realidad. ¿Aviones volando? Que falta de imaginación.</span><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCt-adacll7WT55zVOo7PiQfB_i6VEZFdTKc3O4CEgIf6B2l7Y0DLjFr9rWgwc-Of4ukD7h7vzuEt6GrGju1hL2ENeDFUIk0iTHfnSHTS0BwDs-SjpDdbOPeQnGXYyE8jko17YzBBcsTM/s1600/letadl1big.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCt-adacll7WT55zVOo7PiQfB_i6VEZFdTKc3O4CEgIf6B2l7Y0DLjFr9rWgwc-Of4ukD7h7vzuEt6GrGju1hL2ENeDFUIk0iTHfnSHTS0BwDs-SjpDdbOPeQnGXYyE8jko17YzBBcsTM/s320/letadl1big.jpg" width="233" /></a></div>Ambrosius de Königsberghttp://www.blogger.com/profile/08543451222480592481noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-8958608901950504686.post-10065242345059753452010-11-15T03:18:00.000-08:002010-11-17T05:14:09.440-08:00el peligro de las esculturas políticas<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiv5Bgrudnt3ed319eQoyhD7pX3RK-FJ2p5bcy4Y_fi-mxMWZw8rutRLv33NijSrZQ67uFrmWJIVY2P8BQlyGuoLLWw0AvsF4S9X84CVM_aXaU-N63iPArRi03y7Ft3gJEkOL1RzUWWsPA/s1600/400px-PomnikStalina-Praga1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiv5Bgrudnt3ed319eQoyhD7pX3RK-FJ2p5bcy4Y_fi-mxMWZw8rutRLv33NijSrZQ67uFrmWJIVY2P8BQlyGuoLLWw0AvsF4S9X84CVM_aXaU-N63iPArRi03y7Ft3gJEkOL1RzUWWsPA/s320/400px-PomnikStalina-Praga1.jpg" width="213" /></a></div><i><br />
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<i>Donde el autor regresa con una pequeña historia de insospechadas lecturas.</i> <i>Si esto cayese en manos de Vargas Llosa estamos convencidos de que sería convenientemente transformado en una Gran Metáfora de la Pequeñez Del Artista frente a los Totalitarismos Del Siglo XX. </i><br />
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Otakar Švec es el autor de la escultura <i>El Motorista</i>, que hoy puede verse en el Palacio de Muestras de Praga, junto a un skoda descapotable de la década de los 60. Es una pieza de estética futurista, una oda a la velocidad y a la tecnología y otros inocentes códigos estéticos de las vanguardias de entreguerras.<br />
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Escribo una guía de Praga, un trabajo aseado, mecánico, aburrido, relajante, bien pagado, y necesitaba colocar (no es que me lo hayan pedido, pero quiero ser asquerosamente freelance del mes y cubrirme las espaldas y las ortografías de cualquier crítica) ese acento circunflejo en forma de boomerang sobre la S de svec.<br />
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Fui a google y copy paste. Allá ellos luego con sus maquetaciones y sus tipografías. Yo les paso el word bien maqueado, lleno de símbolos extraños y nombres de calles que parecen nombres de vampiros.<br />
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Y en cinco líneas de wikipedia descubrí que Otakar Švec, aparte de su motorista, construyó en vida otros cuatro conjuntos escultóricos: los dedicados a Tomáš Masaryk (el primer presidente de la Checoslovaquia independiente, en 1918) y al sacerdote reformista Jan Hus (quemado vivo en el siglo XV en la plaza de la ciudad vieja) fueron destruidos por los nazis. La estatua de Roosevelt, en cambio, fue derribada por los rusos. <br />
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En los años 50 se presentó al concurso para diseñar la estatua de Stalin que había de erigirse en lo alto del parque Letna, a modo de Cristo paulista sobre el río Moldava y las cúpulas de Praga. Švec pensaba que el concurso estaría amañado y confiaba en quedar en segundo lugar. Pero tuvo mala suerte y ganó. Švec utilizó como modelo para cincelar a Stalin a un electricista de los estudios de cine Barrandov.<br />
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La escultura fue inaugurada el 1 de mayo de 1955. Medía 15 metros de alto y respondía al formato de líder al frente de una columna de heroicos trabajadores. Los vecinos de Praga lo apodaron la cola de la carnicería, en honor a las penurias del racionamiento. <br />
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Švec no estuvo presente en el acto de inauguración porque se había suicidado, al igual que su mujer, tres semanas antes con un escape de gas en su casa. El electricista de Barradov murió alcoholizado tres años después, supuestamente harto de que todo el mundo le apodase Stalin.<br />
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En 1962, por orden directa de Nikita Kruschov, la escultura de Stalin fue derribada y borrada del mapa con la ayuda de 800 kilos de dinamita.Ambrosius de Königsberghttp://www.blogger.com/profile/08543451222480592481noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8958608901950504686.post-55519296797209935142010-09-14T04:10:00.000-07:002010-09-14T04:10:27.452-07:00Queremos tanto a Natalie Portman<a href="javascript:print()"></a><a href="http://odioeterno.files.wordpress.com/2010/09/zumaia1.jpg"><img alt="" class="aligncenter size-medium wp-image-395" height="300" src="http://odioeterno.files.wordpress.com/2010/09/zumaia1.jpg?w=199" title="zumaia" width="199" /></a><br />
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<i>Donde el autor regresa después de un largo verano de traineras y azoteas</i><br />
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Acabo de derrumbarme un tópico a paladas. El fin de semana esuve en San Sebastián, alimentando los últimos coletazos del <a href="http://blogs.elpais.com/trainera">blog de traineras</a> que he estado fabricando este verano. Lo que ocurrió es largo y ya lo conté en otro lugar, pero la imagen que se me queda grabada en la cebeza, más allá de la euforia y los gritos de los vencedores remeros de Urdaiabai o la mirada perdida de Korta después de perder la regata y acusar a los ganadores de doparse, el sublime fogonazo que llevo en el cerebro es un puñado de remeras suavísimas.<br />
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La chica de la foto es de Zumaia y sí, como comenta el Gran Danés, se parece a Natalie Portman. Tal vez incluso sea en verdad Natalie Portman, quien en plena crisis profesional ha decidido seguir los pasos de Daniel Day Lewis. En este caso, en vez de trabajar de aprendiz con un zapatero artesanal, como hizo el actor británico nacionalizado irlandés, Natalie ha optado por enrolarse en una trainera vasca, deporte que conoció hace años mientras paseaba por San Sebastián camino a la presentación de su última película en el Kursaal. Está guapa la Natalie. Ese estrobo en la muñeca como réplica étnica a sus años de Dior y Tifanys.<br />
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Sí, Natalie, a los miembros de <a href="http://odioeterno.wordpress.com/2010/09/14/queremos-tanto-a-natalie-portman/">Odio Eterno</a> nos gustas más así. Aunque no ganes.<br />
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Besos<br />
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p.d: Si pinchas <a href="http://www.flickr.com/photos/enzyklopedien/sets/72157624945345476/show/">aquí</a> se te derramarán un puñado de remeras.<br />
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Os dejo con otra chica coqueta, la patrona de Galicia, justo después de proclamarse campeona de La Concha. Atentos a esas uñas. Parece soplarse los dedos como un pistolero.<br />
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<a href="http://odioeterno.files.wordpress.com/2010/09/remera-galicia.jpg"><img alt="" class="aligncenter size-medium wp-image-398" height="300" src="http://odioeterno.files.wordpress.com/2010/09/remera-galicia.jpg?w=200" title="remera-galicia" width="200" /></a>Ambrosius de Königsberghttp://www.blogger.com/profile/08543451222480592481noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8958608901950504686.post-32874773218601536142010-07-20T08:44:00.000-07:002010-07-20T08:44:42.546-07:00Viaje al norte en trainera<i>Donde el autor se fuga durante mes y medio a El País, donde seguirá escribiendo un blog de viajes sobre el norte de España, siguiendo la liga de traineras. Espera el autor que sus hipotéticos lectores le frecuenten durante este tiempo en su <a href="http://blogs.elpais.com/trainera/">nuevo blog</a> y, una vez terminado el verano, regresen a la rutina cotidiana y enzyklopédica, más íntima, donde todos pueden andar descalzos. Feliz verano.</i><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKwiDh9Ogum1jUgJYXFgI9fDFjSRPck73zQSnhqw6wk7pb9yUUnnqGbk_khTbERIF6dyzaX8SpDsPFfODqtHOdhNm3zfD4yJd88IEE0DG1VY9SckwmSDzCTVAPjRv5kFwknQf4z9ILE20/s1600/blogtrainera.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKwiDh9Ogum1jUgJYXFgI9fDFjSRPck73zQSnhqw6wk7pb9yUUnnqGbk_khTbERIF6dyzaX8SpDsPFfODqtHOdhNm3zfD4yJd88IEE0DG1VY9SckwmSDzCTVAPjRv5kFwknQf4z9ILE20/s320/blogtrainera.png" /></a></div><br />
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<a href="javascript:print()">Imprimir</a>Ambrosius de Königsberghttp://www.blogger.com/profile/08543451222480592481noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8958608901950504686.post-46661019303343446462010-07-08T01:17:00.000-07:002010-07-08T01:17:17.061-07:00Agricultural looking<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLzqNsxy_UeS3jAIBiJDDUIHSUYaWSM5qIR5mlazxThe3jSDtb468w4-umnHT3j9EckxAuA7JOkUEdl8nq3pJLWWrlPC3wqVWbGrEAYbrFh8cygnhdfGOkOHZIkg69tYe84T1aqhyphenhyphenqiD0/s1600/Pg-68-backpic_409379t.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLzqNsxy_UeS3jAIBiJDDUIHSUYaWSM5qIR5mlazxThe3jSDtb468w4-umnHT3j9EckxAuA7JOkUEdl8nq3pJLWWrlPC3wqVWbGrEAYbrFh8cygnhdfGOkOHZIkg69tYe84T1aqhyphenhyphenqiD0/s320/Pg-68-backpic_409379t.jpg" /></a></div><br />
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Tenía que pasar. Se derrumban las certezas del viejo fútbol: si España se convierte en la bestia negra de Alemania, si <strong>el fútbol es un deporte de once contra once en el que siempre ganan los españoles </strong>(y por 1-0 con gol de cabeza), si el Madrid tiene Barcelonitis y el Barcelona copas de Europa, si a Italia ya no se le ve ni por el espejo retrovisor, es que algo serio está cambiando. Los roles mutan y los estilos se evaporan. Es como si hubiera habido un<strong> nuevo reparto de fichas </strong>y en este intercambio en el que España y Holanda, los grandes <em>losers</em> de la historia de los mundiales, salen ganadores, el recio periódico inglés The Independent, termina escribiendo como el frívolo blog<a href="http://odioeterno.wordpress.com/"> Odio Eterno</a> (universo paralelo y polifónico de la enzyklöpedien). ¿De dónde sino esta<strong> metáfora tan nítidamente llorquiana</strong>?<br />
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<blockquote><div style="color: blue;"><a href="http://www.independent.co.uk/sport/football/world-cup/spain-summon-a-decisive-power-surge-to-light-up-their-route-to-the-final-2021313.html">It was the night’s supreme irony that <strong>an agricultural looking centre half</strong> should have barged his way into the penalty box, flowing locks trailing behind him in the evening breeze, to thump in the header which cemented a 1-0 win.</a> </div></blockquote>Desde <a href="http://odioeterno.wordpress.com/">Odio Eterno</a> queremos recoger el guante lanzado por nuestro colegas ingleses y desarrollar una alineación española de metáforas asombrosas, centrándonos en los parecidos físicos de los jugadores, más que en sus cualidades técnicas (no valdría, por ejemplo,<em> el atrevimiento cósmico de Pedro</em>, como escribe Blogatus en <a href="http://www.elmundo.es/mundial/2010/2010/07/07/espana/1278533860.html?a=02bec39c4bbd0b649749b55aeff7971e&t=1278575082&numero=">El Mundo</a>). Se aceptan todos los idiomas y se requiere la participación de todos los hipotéticos lectores, así como de sus amantes. El ganador a la metáfora más diáfana será invitado por los miembros de Odio Eterno a una caña y a una corteza de cerdo en algún bar infame en los aledaños de la madrileña calle del Pez.<br />
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1-Puyol, agricultural looking, The Independent<br />
2-Villa, poligonero tímido <br />
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Quien quiera participar que pinche <a href="http://odioeterno.wordpress.com/2010/07/08/agricultural-looking/">aquí</a>Ambrosius de Königsberghttp://www.blogger.com/profile/08543451222480592481noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8958608901950504686.post-49328994507257207522010-06-25T04:05:00.000-07:002010-07-05T04:10:24.801-07:00los portugueses hablan como los rusos<i>Donde el autor abandona las traineras y aprovechando los desechos del reportaje que está escribiendo para la revista que le da de comer, ensaya una crónica cara B de su último viaje al Algarve portugués, centrándose en los tiempos muertos, las frases oídas al azar y de fondo, el glorioso mundial.</i><br />
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El comienzo del partido entre Portugal y Costa de Marfil nos sorprende en algún punto intermedio entre España y Portugal. Navegamos por el Guadiana, aunque F, el fotógrafo no termine de creerme e insista en el Guadalquivir. A un lado, Alcoutim; al otro Sanlúcar del Guadiana, donde es una hora más tarde. Estamos atrapados en mitad de un huso horario y el barco se ha quedado sin gasolina. Miro a los pueblos blancos de ambos lados por si de alguno de ellos saliera un grito de gol. Silencio. Empate a cero, sobremesa con calor. A ambas orillas se distinguen, de vez en cuando, unas hermosas casas blancas, con sus propios embarcaderos, <i>compradas por los ingleses cuando no costaban nada</i>, me explica el barquero Rafa, seguidor del Recreativo de Huelva, con una mezcla de envidia y admiración por la capacidad previsora de los europeos del norte.<br />
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</div><div style="margin-bottom: 0cm;">Luego la conversación gira en torno al tema estrella de la frontera: las historias de los contrabandistas, de la nostalgia del café y el tabaco, antes de que la entrada de ambos países en la Unión Europea hiciera inútil el tráfico de mercancías. <i>Ahora es mejor con Marruecos</i>. Mejor mercancía y no hay peligro de que entren en la Unión Europea. Seguimos el curso del río en dirección norte y llegamos al Puerto de la Laja; desde lejos parece un fuerte abandonado, pero se trata de los restos de un puerto en donde los trenes procedentes de las minas de Tarsis descargaban los minerales (perita y cobre) a los barcos de Sevilla. <i>Ahora no hay calado suficiente para ese tipo de barcos</i>, se resigna Rafa. Ni grandes barcos, ni contrabandistas.</div><div style="margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div style="margin-bottom: 0cm;">A veces es difícil comprender las historias que cuentan los guías. Por idioma y por cansancio, o porque a mi me cuesta mucho sintonizar historias ajenas y cuando quiero prestar atención ya es demasiado tarde y no comprendo nada, y me da vergüenza pedir que empiecen de nuevo desde el principio. Conduce la guía, una portuguesa frágil, rubia, de asombrosos ojos azules y misteriosamente anodina. Lo más parecido a la euforia, a esa complicidad que a veces se establece entre extraños fuera de lugar, más aun cuando comparten diez horas seguidas de viaje, se produce después de adelantar a un coche en línea continua ante la mirada melancólica de un guardia de tráfico. Por alguna razón, el descubrimiento del agente nos provocó un ataque de risa a los tres, pero luego desapareció sin dejar rastro, como si alguien hubiese cerrado la ventana. La lánguida guía portuguesa me explicó algo de una amiga bióloga a la que encargaron realizar un estudio sobre los anfibios atropellados en las carreteras del Algarve. Y ella le acompañó una noche, conduciendo despacio a orillas del Guadiana en busca de anfibios muertos, y la imagen me pareció un buen comienzo para el día en el que los hermanos Cohen se decidan a rodar una musical en Portugal. La escena, con retoques, sería igualmente útil para un fantasía esquizofrénica de David Lynch. Dos chicas contando anfibios muertos de noche por las carreteras de Portugal. La banda sonora podría ser Maria Albertina, de Antonio Variaçoes, versionado por Humanos, a quienes escuchamos en el coche mientras atravesamos pueblos que se llaman Laranjeiras y Guerreiros, leemos carteles que anuncian Academia do Intelecto y comemos pegajosos bizcochos de canela. Portugal O- Costa de Marfil.<br />
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<object height="385" width="640"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/ezINamNANUc&hl=es_ES&fs=1&"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/ezINamNANUc&hl=es_ES&fs=1&" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="640" height="385"></embed></object> <br />
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En las horas previas al España-Suiza paseo por Tavira, un pueblo al que una revista de viajes no dudaría en definir como la Praga del Algarve y escucho a una cubana muy delgada gritándole a su teléfono movil, junto a una iglesia blanca: <i>no le hagas caso, cuando toma le llevan los dominios</i>. La nueva guía, hiperexcitada y gritona, levemente rechoncha, dice que una vez acompañó a un ministro de finanzas ruso que terminó comprando todas las bragas y vajillas de Portugal. Luego me recomienda encarecidamente ir a visitar las im-pre-sio-nan-tes (pronunciado así, en mayúsculas y con largos intervalos exclamativos entre sílabas) pirámides de Egipto realizadas con arena de playa en un parque situado en las montañas. Puestos a delirar, no me extrañaría ver aparecer un golem con espinas modelado a base de brandada, a Graham Greene acodado en el mirador del hotel ...<i>no recuerdo el nombre del hotel</i>, yo mismo resbalando por las escaleras del castillo, un terremoto.</div><div style="margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div style="margin-bottom: 0cm;">En la isla de Culatra, en pleno Parque Natural del Ria Formosa, está prohibido construir hoteles. Solo pueden vivir en ella quienes posean una licencia de pesca. Las casas, construidas sobre la arena, son solo de un piso. Aunque imiten la tipología de las antiguas casas de pescadores, lo cierto es que abundan las fachadas con ese alicatado barato y estridente, tan ibérico, que se extiende desde el puerto de Sagunto hasta las vivienda neorurales de los ganaderos postmodernos de Cantabria y Asturias. El pueblo isla, la república de pescadores, está lleno de bares y en todos ellos se retransmite el Brasil – Corea del Norte. Los hombre beben cerveza, las abuelas charlan alrededor de mesas de plástico en sus terrazas y los niños pescan y se bañan a la entrada del puerto. Hay viveros de almejas y ostras francesas para exportar y ostras portuguesas para los portugueses. La guía me señala pájaros en el aire. Posteriormente, por una serie de extrañas casualidades acabaremos en un banco de arena en mitad de la ría (como Maldivas, en optimista apreciación de F), haciendo fotos a un grupo de chicas con vestidos blancos y diademas hippies que se mueven en coreografía de anuncio de compresas, corriendo descalzas hacia una manada de pájaros, bebiendo champan al atardecer, girando como peonzas con las manos entrelazadas.</div><div style="margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div style="margin-bottom: 0cm;">Las relaciones públicas del hotel ha quedado a cenar con nosotros en el bar playero de ambiguo estilo ibicenco, con la molestia añadida de que el altavoz junto a mi silla taladra música chill out en mi oído. Imposible escuchar el mar. Uno nunca sabe cómo ha llegado a una de estas cenas de compromiso que no apetecen a nadie. La relaciones públicaS se ve obligada a invitarte a cenar y tú te ves obligado a aceptar, aunque lo más civilizado hubiera sido no preguntar o responder, no gracias, estamos muy liados. Sin embargo, la cena es relativamente satisfactoria.</div><div style="margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div style="margin-bottom: 0cm;">La relaciones públicas, admiradora de Telva y de la figura femenina liberada que proyecta Telva (sic), responde a mi protocolaria pregunta de si conoce Madrid con un emocionado recuerdo a “un lugar muy espiritual con un gruta”. Tiemblo. ¿El Valle de los caídos? Si, el valle de los caídos. Le explico algunas detalles del making of del templo. Luego dice que en una ocasión, un taxista sevillano les confundió a ella y a una amiga, con turistas rusas. Buen golpe. Risas. Pero a ella no le extraña tanto porque, añade, “<i>es verdad que el portugués hablado rápido se parece al ruso</i>”. </div><div style="margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div style="margin-bottom: 0cm;">La relaciones públicas, que es alta como una modelo rusa, interrumpe la cena misteriosamente y acude al hotel. A su regreso nos explica que ha tenido que hacer frente a un motín de golfistas ingleses borrachos atrincherados en el hall. El altavoz sigue emitiendo música chill out con mensaje, de hecho ahora se escucha una voz alucinada que recita unos versos enunciativos del tipo “la vida es espiritualidad, alegría y sufrimiento”. Un camarero rebozando lorzas en una camiseta ajustadísima se interesa por el estado del bacalao. Muy salado, le decepciona F.</div><div style="margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div style="margin-bottom: 0cm;">Paseo solitario por la marina del pueblo, lleno de restaurantes, pubs ingleses y tiendas de Cristiano Ronaldo, antes de regresar al hotel, desplomarme en la cama de las Cien Almohada Gordas y Mulliditas, encender la tele, escuchar en la TV gallega a una mujer explicando la fraternidad celta y atlántica entre Bretaña y Galicia, repasar el rebote infinito del balón jabulani entre culos y cejas rotas en el gol de Suiza a España, y emular a Baudelaire en versión oficinista de viaje de trabajo con una misteriosa anotación en mi cuaderno verde: “un oasis de aburrimiento en un desierto de rutina”. Otra anotación: un adolescente de Olhao, aprendiz de escritor, impresionado por el realismo sucísimo de Trilogía de la Habana, de Pedro Juan Guitérrez, decide abrirse un blog en el que narra sus experiencias sexuales con las turistas inglesas más tristes, obscenas y feas que caza en los karaokes de la marina de Vilamoura.</div><div style="margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div style="margin-bottom: 0cm;">Almejas con mucho ajo en una playa de la costa Vicentina. Hace frío fuera, sopla el viento, marca México contra Francia y todo el bar lo celebra: la familia alemana de la mesa de al lado, la camarera portuguesa, los periodistas españoles. Suena Abba en el coche de regreso a Aljezur, donde nos espera una pensión de cortinas rosas, lámparas de imitación de Lladró, orinal en el armario, vistas al océano. En el bar de abajo, Don Antonio me sirve cervezas, me habla de Mourinho y me pregunta con naturalidad si se pueden comprar las recomendaciones de los hoteles en mi revista. Le miento y le digo que no. </div><div style="margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div style="margin-bottom: 0cm;">Al día siguiente ceno con varias estrellas michelin rodeado de mi fotógrafo, el responsable de turismo, el relaciones públicas del hotel, que parece el guardaespaldas ucraniano de un mafioso ruso y que se dirige a nosotros como un broker paranóico susurrando crashes, y un holandés de 75 años sin lengua y con el labio superior hinchado, quien todavía sigue soñando con sus pipas y sus cigarros. La cena transcurre con normalidad. El responsable de turismo inicia una previsible disgresión sobre vinos. Se va calentando hasta que termina recitando una ampulosa declaración de odio a los vinos franceses. Grita, amenaza, ensaya asombrosas y escatológicas metáforas, en un tono de fingida indignación les llama estafadores, ignorantes, ladrones y celebra el nacimiento de una nueva Era de los Vinos, en donde nadie beberá vino francés y Portugal será campeón del mundo y los holandeses sin lengua podrán volver a fumar en pipa. En la pantalla, Inglaterra no pasa del empate a cero ante Argelia.</div><br />
<br />
<a href="javascript:print()">Imprimir</a>Ambrosius de Königsberghttp://www.blogger.com/profile/08543451222480592481noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8958608901950504686.post-52876206333726884042010-06-12T06:33:00.000-07:002010-06-12T06:33:31.781-07:00Making of - Bandera sotileza<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXqf-9donwu8vWweL1cCHzVO9BoL-DEQhz2P1Ps_7e3UqnZEhzhJqgb9UBuJmUTPN-j9iAq5Gd31yvVxlYfQ1K7cOSyqKdzkoR469YjqXWz5c2IscaAM6RgL6O0qZDa8ReQYw7YJUtmeI/s1600/galerna1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXqf-9donwu8vWweL1cCHzVO9BoL-DEQhz2P1Ps_7e3UqnZEhzhJqgb9UBuJmUTPN-j9iAq5Gd31yvVxlYfQ1K7cOSyqKdzkoR469YjqXWz5c2IscaAM6RgL6O0qZDa8ReQYw7YJUtmeI/s320/galerna1.jpg" /><span style="font-family: Verdana,Arial,Helvetica,sans-serif; font-size: x-small;"><em> </em></span></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: Verdana,Arial,Helvetica,sans-serif; font-size: xx-small;"><em>"¡ Jesús y adentro!, cuadro de Fernando Pérez de Camino (1859-1901) , pintor cántabro costumbrista, del círculo de Pereda. ¡Jesús y adentro! era la frase-plegaria que acompasaba los remos de los pescadores santanderinos en el instante mismo de pasar “la barra”con temporal, para abocar al Puerto". Leído en artículo de <a href="http://www.meteored.com/ram/225/galernas-de-ayer-y-de-hoy/">Carmen Gozalo de Andrés</a>.</em></span></div><br />
<br />
<i><span>Donde el autor fabrica un resumen low fi de la bandera Sotileza, cada vez más devaluada, gracias a los cambios de reglamento, cambio de fechas y ausencias de última hora de algunas de las traineras favoritas, como Astillero y Castro. Menos mal que siempre nos quedará Pedreña, la isla de Mouro y los remeros portando traineras al hombro como costaleros de Semana Santa.</span></i><br />
<br />
<br />
Lo cierto es que, fuera de cuatro pueblos costeros, ya casi nadie sigue las traineras en Cantabria, si no es para criticar a los vascos, que lo mismo "<i>nos roban el Ave que la bandera de la concha o te ponen una bomba</i>", reza el <i>zeitgeist</i> de inferioridad local.<br />
<br />
Lo cierto es que mis amigos me miran raro cuando les cuento que he venido desde Madrid solo para ver una regata que ellos ni siquiera sabían que se celebraba.<br />
<br />
Lo cierto es que la organización es demasiado amateur incluso para una deporte tradicional. Atentos a ese hombre de coronilla blanca, que dirige la orquesta con un móvil y un megáfono, atentos a esa cuenta atrás coral, a esas intrucciones, <i>pedro, pedro, dile al patrón que todos por detrás de los jueces</i>, y otras frases que no se oyen en el vídeo como:"<i>cruz roja, detenga a ese barco</i>" o "<i>Camargo, vuelve</i>". A bordo del barco de prensa fletado por la federación de remo cántabra, cuyo presidente es el hombre del megafono y las frases contundentes, navegan un puñado de invitados y fotógrafos y el presidente del parlamento regional. A bordo del barco, una pedreñera roja como las que cruzan la bahía, apenas se habla de traineras, sino más bien de piratas somalíes, exactamente de cómo es posible que un puñado de piratas somalíes aborden un pedazo barco como ese (y señalamos un carguero flotando en el Sardinero) desde un barco pequeñito como éste (y nos señalamos a nosotros mismos).<br />
<br />
Aun desde un barco de prensa es difícil ver una regata de traineras, pero eso es tema para otro post. El recorrido de la regata es desde Cabo Menor hasta la Grúa de piedra. Toma el nombre de la novela costumbrista de José María Pereda, <a href="http://www.eldiariomontanes.es/v/20100528/cultura/sotileza/huellas-sotileza-20100528.html"><i>Sotileza</i></a>, en uno de cuyos pasajes más famosos una trainera de pescadores regresa milagrosamente a puerto huyendo de una galerna. En este pasaje, el viraje de la punta de la Cerda, en la península de la Magdalena, es el símbolo de la salvación. En la regata del mismo nombre es el punto en el que suelen producirse abordajes entre traineras, que buscan el mismo ángulo al mismo tiempo, con el consiguiente choque de remos. El espectador disfruta, los jueces de mar se vuelven locos descalificando a las traineras sin saber muy bien quién atacó a quién, los aficionados de las traineras descalificadas se indignan e insultan a los rivales y, en ocasiones, los remeros de las traineras descalificadas, más expeditivos que sus seguidores, suben a la tribuna de autoridades, hacen un calvo al respetable, roban la bandera y se fugan a su pueblo. En esas ocasiones interviene la Guardia Civil que, días después, asalta la sede de la trainera y recupera la bandera. Todo esto está documentado y ha ocurrido en los últimos años.<br />
<br />
Sin embargo esta edición es triste. La diferencia entre Pedreña y los demás rivales es tan grande que es imposible que se produzcan abordajes en la punta de la Cerda. No hay tensión. Nadie mira cronómetros comparando tiempos entre tandas. Faltan seguidores rojos y azules en el muelle de la Bahía. El mar está demasiado tranquilo. Hay un viejo que no para de hablar y de agarrarme por el hombro y aquí fuera en el mar, pega frío. Pero no importa, estoy en una pedreñera roja siguiendo a la trainera de pedreña negra y a la derecha el sardinero, a mi espalda cabo menor, de frente la península de la Magdalena y la <a href="http://enzyklopedien.blogspot.com/2009/09/cartas-al-director-del-diario-montanes.html">isla de Mouro</a> y más adelante el Puntal, Peña Cabarga y otros universos. Pedreña celebra tímida la victoria, ondeando la bandera. Por el muelle pasean viejos con pantalones vaqueros, camisas de cuadros por dentro, portando pequeños paraguas como si fueran bastos. Una familia de turistas rubios mira a los remeros sin comprender nada. Mira sin pasión, ni indiferencia ni fastidio. Solo mira. Los remeros de Camargo se echan la trainera al hombro y caminan en silencio. Al darle la vuelta, de la trainera cae una botella de agua de Solares que rueda hacia la bahía. Suena la megafonía: "delegado de Colindres, por favor, acuda a tribuna". <br />
<br />
<span style="font-size: x-small;">p.d: con cierto ánimo pedagógico expliqué hace tiempo algunas cosas sobre el mundo de las traineras. Puedes leerlo <a href="http://www.soitu.es/participacion/2009/07/03/u/ambrosius_1246572170.html">aquí </a></span><br />
<br />
<br />
<object height="385" width="640"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/b79olV26d4Y&hl=es_ES&fs=1&"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/b79olV26d4Y&hl=es_ES&fs=1&" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="640" height="385"></embed></object>Ambrosius de Königsberghttp://www.blogger.com/profile/08543451222480592481noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8958608901950504686.post-70290848413087014602010-06-02T15:55:00.000-07:002010-06-07T02:24:42.458-07:00Rimbaud, cadáver exquisito<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidTPOUdmfVVL2jwRoK-9Kl1CJYTP6oSa0QQdZGQho0aUq8kMjCY_xoRIdSPD62tRbLHBzGfOWbFMfNQifyr9dSTo9lyqP6REOwkhfFR7Mt6sds66kOqIU-S30V8wfFpFcQllPEuarQsjs/s1600/cartasabisinias.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidTPOUdmfVVL2jwRoK-9Kl1CJYTP6oSa0QQdZGQho0aUq8kMjCY_xoRIdSPD62tRbLHBzGfOWbFMfNQifyr9dSTo9lyqP6REOwkhfFR7Mt6sds66kOqIU-S30V8wfFpFcQllPEuarQsjs/s320/cartasabisinias.jpg" /></a></div><br />
<br />
<i>Donde el autor crea un cadáver exquisito con las frases subrayadas a lápiz en el libro Cartas abisinias, escritas por el poeta Rimbaud entre 1880 y 1891, mientras intentaba hacer fortuna con diversas empresas comerciales a lo largo del Mar Rojo y Etiopía. Es un libro asombroso, recientemente editado por <a href="http://www.edicionesdelviento.com/">Ediciones del Viento</a>, que reúne las cartas enviadas por el poeta a su familia y socios comerciales. Son cartas a ratos anodinas y convencionales, llenas de formulismos, plagadas de referencias a indemnizaciones y matrimonios, trámites burocráticos y disputas comerciales; cartas llenas de números que registran inversiones, cargamentos y temperaturas insoportables; cartas llenas de proyectos poco realistas y sueños de una vida burguesa en Francia. Gravemente enfermo, el poeta regresará a Francia, donde se le amputará la pierna infectda y donde morirá, a los 37 años, a las 10 de la mañana el 10 de novimebre de 1891. Lo que sigue a continuación es una deconstrucción de sus diarios utilizando solo frases textuales del libro que fui subrayando y convirtiendo luego en versos. He intentado respetar el orden cronológico, es decir, el orden de aparición de estos fragmentos a lo largo del libro, con la intención de transmitir la evolución de los negocios, cuitas, anhelos y miedos de Rimbaud.</i><br />
<br />
Le ruego me envíe, lo antes posible, las siguientes obras que figuran en su catálogo<br />
<br />
Tratado de metalurgia<br />
Hidráulica urbana y agrícola<br />
Comandante de navíos de vapor<br />
Arquitectura naval<br />
Polvos y pólvora<br />
Minerealogía<br />
Albañilería<br />
Libro de bolsillo de carpintero<br />
<br />
<br />
¿Existe un arma especial para cazar elefantes? <br />
¿Su descripción?<br />
¿Sus recomendaciones?<br />
¿Dónde se puede encontrar?<br />
¿Su precio?<br />
<br />
[El cazador de elefantes que nos enviaron de Adén caracolea indefinidamente por las gragantas del Darimont<br />
<br />
y provocaba<br />
sospechosas sesiones geodésicas<br />
retorciendo sextantes<br />
a lo largo de toda la ruta]<br />
<br />
Que desoladora existencia<br />
arrastro bajos estos<br />
climas absurdos<br />
en condiciones tan insensatas<br />
<br />
siento que me estoy volviendo<br />
muy viejo<br />
y muy deprisa <br />
<br />
oficios idiotas<br />
compañías de salvajes <br />
o imbéciles<br />
<br />
países horribles<br />
negocios deplorables<br />
<br />
[Tengo una excelente reputación<br />
que me permitirá ganarme la vida<br />
convenientemente]<br />
<br />
para casarse hacen falta rentas<br />
y esas rentas<br />
yo no las tengo<br />
<br />
compro cantidad de otras cosas<br />
gomas<br />
inciensos<br />
plumas de avestruz<br />
marfiles<br />
pieles<br />
clavo<br />
etc<br />
<br />
Quizás nos bombardeen proximamente <br />
<br />
adén es el cráter<br />
de un volcán apagado<br />
con el fondo lleno<br />
de arena del mar<br />
<br />
abisinia es delicioso<br />
no hace ni frío<br />
ni calor<br />
abisinia es la suiza africana<br />
sin inviernos<br />
y sin verano<br />
<br />
Me llegan miles de fusiles de Europa<br />
voy a formar una caravana<br />
y a llevar esta mercancía<br />
a Ménélik,<br />
rey de Choa<br />
<br />
[no vayan a pensar que me he convertido en tratante de esclavos<br />
las mercancías que importamos son fusiles]<br />
<br />
60.000 cartuchos Remington<br />
a 60 dólares el millar<br />
3.600 dólares <br />
<br />
contratiempos increíbles<br />
paciencia infinita<br />
<br />
cansancio inimaginable<br />
privaciones abominables<br />
<br />
no puedo volver a Europa <br />
tengo mucho miedo del frío<br />
<br />
[querríamos crear una raza superior de asnos<br />
¿dónde se invierten los fondos para una renta vitalicia?<br />
¿cuál sería su interés?<br />
¿podrían darme el nombre de los mejores fabricantes de telas de Sudán?]<br />
<br />
el señor cónsul de Francia<br />
puede informarle<br />
de mi honorabilidad<br />
y de mi conducta<br />
en general<br />
<br />
oro<br />
nuez moscada<br />
marfil<br />
café<br />
etc<br />
<br />
y las varices<br />
se han complicado<br />
con un reumatismo<br />
<br />
Mi querida mamá: <br />
hazme un favor<br />
cómprame tú<br />
unas medias para las varices<br />
para una pierna<br />
larga<br />
y delgada<br />
el número de pie<br />
es 41<br />
creo<br />
que no son caras<br />
además<br />
te las reembolsaré <br />
<br />
desde que le enseñé mi rodilla<br />
el doctor inglés chilló<br />
enseguida habló<br />
de cortar la pierna<br />
soy un verdadero esqueleto<br />
doy miedo<br />
<br />
Las medias ya no sirven para nada<br />
en algún sitio las revenderé<br />
<br />
Le saludo de todo corazón<br />
<br />
Señor Arthur Rimabud<br />
Hotel del Universo,<br />
Adén<br />
<br />
<br />
<br />
<a href="javascript:print()">Imprimir</a>Ambrosius de Königsberghttp://www.blogger.com/profile/08543451222480592481noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8958608901950504686.post-67012453279350034192010-05-30T16:32:00.000-07:002010-05-30T16:33:56.436-07:00Instrucciones para conquistar Alcalá del Júcar<object height="300" width="400"> <param name="flashvars" value="offsite=true&lang=en-us&page_show_url=%2Fphotos%2Fenzyklopedien%2Fsets%2F72157624118895166%2Fshow%2Fwith%2F4631618611%2F&page_show_back_url=%2Fphotos%2Fenzyklopedien%2Fsets%2F72157624118895166%2Fwith%2F4631618611%2F&set_id=72157624118895166&jump_to=4631618611"></param><param name="movie" value="http://www.flickr.com/apps/slideshow/show.swf?v=71649"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><embed type="application/x-shockwave-flash" src="http://www.flickr.com/apps/slideshow/show.swf?v=71649" allowFullScreen="true" flashvars="offsite=true&lang=en-us&page_show_url=%2Fphotos%2Fenzyklopedien%2Fsets%2F72157624118895166%2Fshow%2Fwith%2F4631618611%2F&page_show_back_url=%2Fphotos%2Fenzyklopedien%2Fsets%2F72157624118895166%2Fwith%2F4631618611%2F&set_id=72157624118895166&jump_to=4631618611" width="400" height="300"></embed></object> <br />
<br />
<i>Donde el autor intercepta un extraño documento </i><br />
<br />
Los lugareños viven en cuevas con vistas a un río. La fortaleza es fácil de atacar. Hay dos guardianes, ya ancianos, que se turnan en la garita de entrada. Fuman y miran documentales de naturaleza en la televisión. El mayor problema son los espejos, desperdigados por el gran salón comedor. Hay que tener cuidado con los reflejos, podrían delatarnos (adjunto imagen).<br />
<br />
Las temperaturas son altas y las pendientes, pronunciadas, pero dentro de las cuevas se puede vivir con mucha frescura durante todo el año, aun en los meses más calurosos. Hay comida abundante, sobre todo conejos que sirven en un denso guiso de cuchara (adjunto imagen). Hay una gran cúpula vigilada por un monstruo de hierro. Hay una densa franja de árboles junto al río, donde se pueden esconder los morteros. Una vez dentro, avancen por el pasillo angosto hasta llegar a la mesa situada junto a una ventana ovalada. Aparten la frasca de vino, la botella de casera, las migas de pan y la aceitera. Después retiren el mantel de cuadros azules y blancos. No se dejen vencer por la nostalgia. Sigan las instrucciones grabadas con un punzón sobre la mesa de madera. Y apaguen la luz.<br />
<br />
<object height="385" width="480"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/uEAdRlAq2SQ&hl=es_ES&fs=1&"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/uEAdRlAq2SQ&hl=es_ES&fs=1&" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="480" height="385"></embed></object>Ambrosius de Königsberghttp://www.blogger.com/profile/08543451222480592481noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8958608901950504686.post-56737171233259619492010-05-29T09:02:00.000-07:002010-05-29T09:05:12.179-07:00Pero tenían razón<i>Donde el autor recomienda un libro. No es algo que haya hecho muy a menudo en este blog, porque nunca quiso convertir la enzyklopedien en una guía de lectura. Pero en esta ocasión se pondrá un tanto dramático, ampuloso a la manera de un catedrático de historia dando una conferencia en la universidad Humboldt de Berlín, y escribirá una reseña sobre un libro. Se llama Humo Humano y lo ha escrito Nicholson Baker. Me sorprendió su demolición sistemática de la figura de Churchill y me gusta saber que es un libro que disgustaría profundamente a Aznar.</i><br />
<br />
En apariencia es solo otro libro más sobre la segunda guerra mundial. Recrea, con una estructura poliédrica y narración cronológica, los antecedentes y el comienzo del conflicto. El libro termina en la nochevieja de 1941, cuando aún no se han producido las mayores catástrofes. Estados Unidos acaba de entrar en la guerra, Alemania ya ha invadido Rusia, los bombardeos civiles ya se han cobrado centenares de miles de muertos, en el frente oriental las SS ya han comenzado a ensayar con éxito un holocausto a pequeña escala y los rusos arrojan postales navideñas a los soldados alemanes con el dibujo de un cementerio y la irónica inscripción "espacio vital del este". Cuando el lector termina el libro, sabe que lo peor está aún por llegar. Por eso no hace falta narrarlo, porque lo más importante es explicar cómo hemos llegado hasta aquí.<br />
<br />
Mediante una sucesión ininterrumpida de pequeños párrafos, el autor da voz a escritores como el rumano <a href="http://tiposinfames.blogspot.com/2009/01/mihail-sebastian-guerra-de-identidad.html">Mihail Sebastian</a>, el austriaco <a href="http://venezuelajonron2.blogspot.com/2009/10/la-dificultad-de-dar-la-vuelta-al-mundo.html">Stefan Zweig</a>, el inglés Christopher Isherwood, el polaco Czerniakow (el intendente del gueto de Varsovia, a cuyas órdenes trabajó el joven <a href="http://www.letraslibres.com/index.php?art=7428" target="_blank">Reich Reinik</a>i); muestra ejemplos de propaganda aliada, propaganda del eje, cita discursos y diarios de Roosevelt y Churchill, así como comentarios de sus más estrechos colabadores; rescata los apasionados memorandums de la élite científica mundial desarrollando ingeniosos sistemas de destrucción masiva (muchos de los cuales fueron planificados mucho antes de que empezara la guerra, mucho antes de que el conflicto fuera 'inevitable').<br />
<br />
Uno de los hilos conductores del libro es el sistemático derribo de la figura heroíca de Churchill, a quien retrata como un estratega incompetente (campañas de Noruega, Grecia, Yugoslavia), un político excitado por la sangre, un mesías pedante emocionado con el devenir de la guerra, obsesionado (desde el primer suspiro de la guerra, y no solo al final) con bombardear indiscriminadamente ciudades alemanes (una técnica que ya había probado antes, en época de paz, fumigando armas químicas contra las "tribus incivilizadas" del Yemen). Unos bombardeos estratégicamente inútiles, no destinados a golpear la infraestructura industrial alemana, sino simplemente a "matar hunos" civiles. De la misma manera que se citan los encendidos elogios de Churchill hacia Mussolini y sus escritos contra el "judío Trotsky", el libro destapa el antisemitismo de Roosevelt, quien en 1922, ejerciendo de abogado en Nueva York, recomienda establecer un cupo máximo de judíos en Harvard. <br />
<br />
La intensidad de la destrucción desatada sobre suelo alemán (del que hablan, con un registro completamente distinto, Sebald en <i>Sobre la historia natural de la destrucción</i>, y Kurt Vonnegut en <i>Matadero 5</i>), no es fruto de la espiral incontrolable de la guerra, sino una obsesión personal de Churchill que lejos de ayudar a finalizar el conflicto, no hace sino recrudecerlo. En ningún momento se trata de justificar el nazismo, cuyo delirio y máxima responsabilidad en el inicio de la guerra queda nítidamente retratado en el libro, sino denunciar la pulsión destructora que habitaba en los gobiernos democráticos mucho antes del comienzo del conflicto. Una pulsión bélica que guió durante años todos los movimientos estratégicos de Estados Unidos en el Pacífico, en busca del casus belli que justificase la declaración de guerra contra Japón. Mucho antes de Pearl Harbour y la bomba atómica, los informes militares de Estados Unidos se regocijaban con lo fácil que resultaría arrasar Tokyo con bombas incendiarias. <br />
<br />
Baker rescata los argumentos de los pacifistas que en Estados Unidos y Reino Unido se opusieron a la guerra, todos esos "cobardes pusilánimes" que nos enseñaron en la escuela y en las columnas probélicas que se han escrito en todos los medios de comunicación de izquierda y de derechas para justificar todas las agresiones, desde Serbia a Afganistán e Irak.<br />
<br />
¿Qué más puedo decir? que he dejado el libro lleno de subrayados, equis y vértices doblados (si ya superé mi trastorno obsesivo compulsivo que me obligaba a estirar los flecos de las alfombras de mi casa). Que espero publicar algunos de los libros que aparecen en la voluminosa bibliografía final. Que es un libro que se puede leer andando y en la sala de espera del hospital. <br />
<br />
p.d: Leído en <a href="http://www.letraslibres.com/index.php?art=7428">Letras Libres</a>:<i> "Reich-Ranicki y su esposa Tosia se libraron del exterminio gracias a Bolek, un tipógrafo borracho y golpeador de mujeres, según leemos en </i>Mi vida. Ese hombre ocultó a la aterrada pareja judía y, tras deshojar la margarita entre denunciarlos o no hacerlo, tomó una decisión. <i>Cierto día —no hacía todavía mucho que estábamos en su casa—, nos miró muy ufano, hablando despacio y no sin cierta solemnidad: Adolf Hitler, el hombre más poderoso de Europa, ha decidido: "Estas dos personas deben morir." Y yo, un pequeño cajista de Varsovia, he resuelto que han de vivir. Veremos quién gana"</i><br />
<i><br />
</i>p.d2: Dedicatoria final de Humo humano<i>: "Dedico este libro a la memoria de Clarence Pickett y otros pacifistas estadounidenses y británicos. Jamás han recibido realmente el reconocimiento que se merecen. Intentaron salvar refugiados judíos, alimentar a Europa, reconciliar a Estados Unidos y Japón e impedir que estallara la guerra. Fracasaron, pero tenían razón".</i>Ambrosius de Königsberghttp://www.blogger.com/profile/08543451222480592481noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-8958608901950504686.post-54772540973877216452010-05-25T07:49:00.000-07:002010-05-25T07:50:00.796-07:00Holy smoke<a href="http://www.flickr.com/photos/enzyklopedien/4631763957/" title="Holy smoke by Ambrosius de Königsberg, on Flickr"><img alt="Holy smoke" height="500" src="http://farm5.static.flickr.com/4012/4631763957_bae5114d84.jpg" width="281" /></a><br />
<br />
<i>Donde el autor se defiende </i><br />
<br />
<span style="font-size: x-small;"><i>para <a href="http://www.lamarde.com/blog/">lamarde</a>, la ex fumadora más elegante de la web, supongo.</i></span><br />
<br />
Yo no fui, lo prometo, quien le puso el cigarro entre los dedos. Yo caminaba por la catedral de Lille después de que A.encendiese una vela (A. siempre enciende velas en las iglesias; creo que es el único rito de la liturgia católica que comprendo y que me emociona). Acordarse de los muertos. Ni siquiera me di cuenta de que era San Pedro. Las llaves, me explicaron luego, las llaves. Conocí en Italia a un comunista aragonés que se quedó pálido ante mi ignorancia religiosa; <i>pero, pero</i>, tartamudeó, <i>eso es incultura</i>). No digo que no. De hecho, he consultado la <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Sim%C3%B3n_Pedro#Iconograf.C3.ADa">Wikipedia </a>antes de escribir este pie de foto. Lo explica bastante bien, sobre todo lo de las llaves del Reino de los Cielos. Con fuentes, citando a Mateo. Bueno, exagero, solo leí el primer párrafo y luego bajé corriendo por iconografía, etimología y demás. Deformación profesional. O generacional. Leo la entrada de San Pedro en la wikipedia como si buscase el precio de un hotel o el teléfono de una compañía aérea. Rápido y sin fijarme en los detalles. Fin del pie de foto.<br />
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<a href="javascript:print()">Imprimir</a>Ambrosius de Königsberghttp://www.blogger.com/profile/08543451222480592481noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8958608901950504686.post-58152119430512930602010-05-23T15:44:00.000-07:002010-05-24T01:30:05.919-07:00¿hay un estadio de fútbol por aquí?<i><object height="300" width="400"> <param name="flashvars" value="offsite=true&lang=en-us&page_show_url=%2Fphotos%2Fenzyklopedien%2Fsets%2F72157624118591460%2Fshow%2F&page_show_back_url=%2Fphotos%2Fenzyklopedien%2Fsets%2F72157624118591460%2F&set_id=72157624118591460&jump_to="></param><param name="movie" value="http://www.flickr.com/apps/slideshow/show.swf?v=71649"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><embed type="application/x-shockwave-flash" src="http://www.flickr.com/apps/slideshow/show.swf?v=71649" allowFullScreen="true" flashvars="offsite=true&lang=en-us&page_show_url=%2Fphotos%2Fenzyklopedien%2Fsets%2F72157624118591460%2Fshow%2F&page_show_back_url=%2Fphotos%2Fenzyklopedien%2Fsets%2F72157624118591460%2F&set_id=72157624118591460&jump_to=" width="400" height="300"></embed></object></i><br />
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<i>Donde el autor pasea por los aledaños del estadio Santiago Bernabéu antes de la final de Champions entre Inter y Bayern. Camina solo, con cámara y libreta, y durante un rato juega a ser periodista. El objetivo era escribir una crónica para el blog de fútbol Odio Eterno, una de las galaxias paralelas del autor, a la cual podrás acceder pinchando <a href="http://odioeterno.wordpress.com/">aquí</a>. </i><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4V4D6CwBIM77rr5QN8q3H5Fv8ftjViMt0cTVYj5Vw-ULiur4_nSPYdPdr_lOD4a2MvNe4UOFGNToCATK_PdnVdLYkoTdHa63ZAy3mtxNl8YFFTqiYTUpan0t0DuGlpwOEXaVWnZ1pYlg/s1600/viejo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4V4D6CwBIM77rr5QN8q3H5Fv8ftjViMt0cTVYj5Vw-ULiur4_nSPYdPdr_lOD4a2MvNe4UOFGNToCATK_PdnVdLYkoTdHa63ZAy3mtxNl8YFFTqiYTUpan0t0DuGlpwOEXaVWnZ1pYlg/s320/viejo.jpg" /></a></div><br />
Un viejo exquisitamente vestido toca la armónica rodeado de un grupo de policías nacionales. Suena el himno de España. Los alemanes se acercan y sonríen ante la estampa, dudo que reconozcan la melodía. Finaliza la canción. Aplausos. El anciano procede a interpretar el siguiente tema: el<i> Cara al Sol</i>, de Falange. Los policía ríen. "<i>Ahí la has dao, ahí las dao</i>", afirma uno de ellos. Termino de disparar, saludo al anciano y me voy. <br />
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p.d: Viendo la foto en mi ordenador, me doy cuenta de lo insólito de la situación. ¿Cómo es posible que bajo un sol madrileño a 30 grados, el anciano luzca impoluto con chaqueta, traje y corbata, sin una sola gota de sudor? Lo mismo le ocurría, cuenta la leyenda, al dictador Trujillo. <i>La resistencia del fascismo al calor</i>, apuntes para una tesis de historia.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZqv0oQjmK2YWjUcLN74IB69lumDdHD0Rs9cUniRpfG3jHR92UeYfWlLq8lsznuwzR9LklQS4Zhk-OmhlAb8IWHSfNZFexvGJG3d8vWagb20jlmn3OfRlmr32Xreb9-5WUjXmyrbwjAe8/s1600/chica.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZqv0oQjmK2YWjUcLN74IB69lumDdHD0Rs9cUniRpfG3jHR92UeYfWlLq8lsznuwzR9LklQS4Zhk-OmhlAb8IWHSfNZFexvGJG3d8vWagb20jlmn3OfRlmr32Xreb9-5WUjXmyrbwjAe8/s320/chica.jpg" /></a></div>Sentadas sobre la barra de un andamio llaman la atención dos figuras femeninas. No tanto por ser mujeres, sino por su tranquilidad. No beben, no fuman, no gritan, solo miran a la gente a su alrededor. Imagino que son madre e hija. Primero las fotografío de espaldas y luego de frente. Mientras afino la cámara, la hija se da cuenta de que le estoy fotografiando. Se señala con el dedo y pregunta ¿es a mi?. Si, sí, es a ti, respondo. Ella posa, yo disparo. Educadamente le doy las gracias en inglés. Debería haberle dicho algo en alemán, me arrepiento luego.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzSO5AGb1Ridmsl_fuu5LvafU-qtVoM31ddWEN368nGH1lccYBKJpfRvYSVHxkMotZl3CrRz26lD8rl54Z-evWINXi0dBIv_yU1l7lL3hnMNWRITWpRuD3RfY8xfWhKpjy_aeF0EKJTiQ/s1600/croata.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzSO5AGb1Ridmsl_fuu5LvafU-qtVoM31ddWEN368nGH1lccYBKJpfRvYSVHxkMotZl3CrRz26lD8rl54Z-evWINXi0dBIv_yU1l7lL3hnMNWRITWpRuD3RfY8xfWhKpjy_aeF0EKJTiQ/s320/croata.jpg" /></a></div><br />
Después de un rato caigo en la cuenta de que son croatas. La mitad de la camisa luce el estampado ajedrezado de la bandera croata; la otra mitad, el escudo del Bayern. Intento hacer una foto del grupo entero, que posa con una pancarta ante la cámara de algún amigo, hasta que me fijo en ese rostro que no se si es de santo o de criminal de guerra. De inocencia o de maldad. No es un gesto robado; quiero decir, esa expresión no es resultado de una captura al azar, sino que durante todo el tiempo que le estuve observando, el grueso croata de sonrisa anestesiada no cambió ni un instante de expresión. <br />
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p.d: un chico con la camiseta del Bayern me pide fuego. Por practicar idiomas, le pregunto: <i>Kommst du aus München</i>? No me comprende. Repito la pregunta, bastante contrariado. Pruebo en inglés. Por fin, parece comprender y, desafiando toda lógica, me responde con un dadaista: "<i>No, but my mother is from Czech Republic</i>". Luego se golpea el pecho en señal de amistad y dice algo elogioso sobre Madrid. Huyo.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLkqnN-1msknseqBcUtwc_bZjs-80NP5ESpViMMUVQhJF45-caV3sRnt1VbgjuwJgbg1vUKWC-mXTv2ytc03yxB7v1gKLLSs6zyY8vp8O0tdpWyK66tM0mr6tajzjfU5xpqg4e9u9PFe0/s1600/italiano.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLkqnN-1msknseqBcUtwc_bZjs-80NP5ESpViMMUVQhJF45-caV3sRnt1VbgjuwJgbg1vUKWC-mXTv2ytc03yxB7v1gKLLSs6zyY8vp8O0tdpWyK66tM0mr6tajzjfU5xpqg4e9u9PFe0/s320/italiano.jpg" /></a></div><br />
El hombre de la izquierda se debate entre la ligereza chic de su delgada bufanda y el espesor de la mancha de sudor en el sobaco. Se acaricia continuamente el pelo. Espera algo, espera a alguien. Así que puedo rodearle y probar una y otra vez en busca de la Postal Arquetipo del Pijo Milanés. <br />
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¿Dónde están los italianos?, le pregunto un tanto desconsolado a un policía nacional. "<i>En la zona norte</i>", me responde, "<i>por este lado solo entran los del Bayern</i>". Por estrechar lazos con mis fuentes, sigo avanzando por caminos trillados de ascensor: <i>"¿Y qué, mucha reventa?</i>". Para que no piense que soy obvio, ensayo gesto sagaz y añado en tono confidencial <i>¿qué, tenéis agentes de incógnito para pillar a los vendedores?</i><br />
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Al rato le toca preguntar a él: <i>¿Eres periodista, vas a escribir para algún medio</i>". "<i>Si, soy periodista, pero <b>esto es para mi</b></i>", contesto. Me mira con afecto, como se mira a los niños que dicen que quieren ser astronautas de mayores. Tal vez perdí una buena oportunidad para hacer publicidad del blog, e incluso de ganar un lector, pero identificarme delante de un policía como miembro de algo llamado Odio eterno no me pareció muy sensato.<br />
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Nada más salir del metro Bernabéu hay una gran puerta hinchable de Master Card, que los interistas llaman <i>la Porta di Master Card</i>, y dicho así, con ese acento, suena a ruinas romanas. Escucho reventas ofreciendo a gritos<i> billeto de la finale</i>. Oigo también a vendedores argentinos, veo a un grupo mixto de pongamos, rumanos?, españoles? e italianos?, farfullando con mucho dramatismo por el precio de dos entradas. La versión pasiva y civilizada la protagoniza un alemán que sostiene un cartel bilingüe, en alemán y en inglés, con la leyenda: <i>necesito entrada</i>. Poco antes he visto a un aficionado dando saltos de rabia en mitad de la calle, gritándole a un policía. Al mismo policía que luego me explicará la historia. Con matices, sutilezas y un deje compasivo. "<i>Realmente no estaba haciendo reventa el pobre, sino que se ve que a última hora falló un amigo y él quiso vender esa entrada, pero no por sacar dinero. Y al final le han pillado y se queda sin la entrada que iba a vender y sin su propia entrada. Una pena".</i> Hubiese jurado que un miembro de las Fuerzas de Seguridad del Estado estaba cayendo en el relativismo moral.<br />
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Un chico con la camiseta del Barça se cruza con un grupo de interistas que empiezan a corear en exquisito catalán :"Remuntada", "remuntada". Estoy a punto de unirme al coro, pero como estoy de servicio, no puedo tomar partido. El culé sonríe irritado y acelera el paso. <br />
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Camino, Castellana abajo, hacia el metro de Nuevos Ministerios. Trabajo terminado. De repente un alemán para al señor que camina delante mio y sin atisbo de ironía, pregunta:<br />
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¿Perdón, hay un estadio de fútbol por aquí?<br />
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<span style="font-size: x-small;">Más fotos en la <a href="http://www.flickr.com/photos/enzyklopedien/sets/72157624118591460/">Enzyklofotopedia</a>. </span>Ambrosius de Königsberghttp://www.blogger.com/profile/08543451222480592481noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8958608901950504686.post-55402557557577613322010-04-27T15:30:00.000-07:002010-04-27T15:41:36.053-07:00Estadísticas para el congreso de hostelería<div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><i>Donde el autor intenta hacer periodismo de viajes con estadísticas y desglose por países y le sale una elucubración, para qué engañarnos, entre bolañiana y quimonzesca. </i></span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />
</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Me llega un correo de una web de reserva de hoteles. De vez en cuando, para atraer la atención de los medios y darse publicidad, elaboran estudios del tipo "qué clase de objetos se olvidan los clientes en un hotel", confiando en ser rebotados en las noticias de la Sexta y en blogs como este. Asocio la aparición de estos informes a la primavera, época de cierto revuelo hormonal y risa fácil –decía una amiga hoy comiendo bajo el sol en Olavide que Madrid en primavera parece una de esas comedias noventeras de Coque Malla–.</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />
</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">En cualquier caso, el último estudio elaborado por la agencia hotelera se titula: "EL 40% DE LOS ESPAÑOLES ESTARÍA DISPUESTO A MENTIR PARA OBTENER BENEFICIOS EN LOS HOTELES". En medio de una marea de spam real y spam metafórico, el asunto en mayúsculas invitaba a pinchar. Y esto fue lo que hallé:</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />
</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">- El 8% de los españoles ha rellenado las botellas del minibar con agua para no pagarlas </span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">- Un 10% ha logrado una habitación mejor o una botella de champagne al inventarse que estaba de luna de miel</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">- El 50% de los italianos que da nombre falso lo hace para parecerse a las <i>celebrities</i></span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">- El 40% de los noruegos que se registra bajo otro nombre utiliza “Olsen” o “Hansen”El 20% de los alemanes que se registra con nombre falso utiliza el apellido “Müller”</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />
</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">He leído el informe en voz alta. Y luego he pensado en cómo sería mi informe si alguien alguna vez me encargara un informe.</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />
</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">- El 10 por ciento de los alemanes que viajaron a Lloret de Mar fuera de temporada se asomaron a la ventana, vieron a una persona fumando tras los cristales de una cafetería vacía y sintieron miedo.</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />
</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">- El 2,5 por ciento de las mujeres que se alojaron en el hotel Silken Río de Santander con vistas a la playa del Sardinero desearon que uno de los chicos que jugaban a las palas junto al muro de piedra dejasen la pala en la arena, se despidiera de sus amigos, subiese las escaleras, cruzase la calle, entrara en el hotel, llamara al ascensor, empujase la puerta de su habitación en la segunda planta y, sin mediar palabra, la follase repetidamente encima de la cama sin quitarse ella el albornoz.</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />
</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">- El 30 por ciento de los periodistas alojados en un hotel de cinco estrellas miraron alrededor de su suite y se dijeron bueno y ahora qué, y no hallaron repuesta.</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />
</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">- El 15 por ciento de los viajeros veinteañeros que llegaron de madrugada a ese hostal del Raval de Barcelona con aspecto de corrala madrileña se sintieron súbitamente novelescos.</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />
</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">- El 33 por ciento de las parejas alojadas en una de las habitaciones con forma de celda de monasterio en la <a href="http://www.posadasanjose.com/">Posada San José</a> del casco viejo de Cuenca, junto a la catedral, estuvieron seguros de haber sentido un fantasma.</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />
</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">- El 1 por ciento de los fotógrafos que dormían en una haima en el desierto del Sahara confundieron el deslizarse de un gato bajo la cama con el ataque una rata gigante portadora de peste negra. De este uno por ciento, un cien por ciento gritaron en mitad de la noche despertando al redactor que dormía a su lado.</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br />
</span></div><div style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">- El 5 por ciento de los estetas que durmieron en un piso de realismo socialista en Praga utilizaron el sonido de un secador de pelo a modo de nana.</span></div>Ambrosius de Königsberghttp://www.blogger.com/profile/08543451222480592481noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8958608901950504686.post-7658355284972103872010-04-26T04:38:00.000-07:002010-04-27T15:36:15.593-07:00Pequeño informe para insomnes peninsulares<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVthuH4oJyGVD0oYfQ4GSmnfzH1jmh-vIVuf9EE5Wbz4MGXpoRskeLvNuobCgOqcE9FHaQvtvfbsKgN0HQxbHPWpkL_cM3Cpe1HIqS2Ii-aSythi53WGeOorLVC3u60rf2ywYHWIcwZ6M/s1600/m%C3%A9xico.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVthuH4oJyGVD0oYfQ4GSmnfzH1jmh-vIVuf9EE5Wbz4MGXpoRskeLvNuobCgOqcE9FHaQvtvfbsKgN0HQxbHPWpkL_cM3Cpe1HIqS2Ii-aSythi53WGeOorLVC3u60rf2ywYHWIcwZ6M/s320/m%C3%A9xico.jpg" /></a></div><i><span style="font-size: x-small;"> Foto de <a href="http://www.tensiondigital.com/">Alejandro Monge Acevedo</a></span></i><i> </i><i><span style="font-size: x-small;">descubierto por <a href="http://www.elfotografico.com/">Ramón Peco</a> en<a href="http://www.soitu.es/albumes/2009/06/16/flickr1/index.html"> Soitu</a></span></i><br />
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<i>Donde el autor cede la palabra a Luigi, su corresponsal <a href="http://dedaismo.blogspot.com/2005/09/el-declogo-normativo-fundacional-del.html">dedeista</a> en México DF. Sostiene el autor que este blog debe caer a la banda, ensanchar el campo y dar cabida a las jóvenes promesas del universo enzyklopédico. Pura coherencia, pues la enzyklopedien nació con vocación poliédrica, polimórfica, politoxicómana y, sobre todo, con una asombroso sentido de la geometería y, como diría Gil de Biedma, con una imposible tendencia al mito</i>. <i>He aquí, casi íntegra, la postal.</i><br />
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<span style="font-size: x-small;"><i>por luigi, joven promesa del tenis valenciano</i></span><br />
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<div>Así que Canetti tenía planeado acabar con la muerte. Para todos los seres humanos. Já. También dijo: "Es demasiado fácil morir". Tenía razón.<br />
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</div><div></div><div>El último gran terremoto de México fue en 1985, hace 25 años. Fue el más mortífero sufrido por el país. En Ciudad de México, numerosas estructuras se derrumbaron y dieron lugar a zumo humano en gran cantidad. Zumo humano.<br />
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</div><div></div><div>Hay algo bello en las ciudades iluminadas. Quizás sea el temblor de las luces, que nos recuerda a otras sustancias que también tiemblan: el sudor, el semen, la sangre, las lágrimas.</div><div><br />
Escribo esto a las 15.14 en México DF -22.17 en España-, mientras bebo con parsimonia una cerveza Indio, quizás mi favorita entre las que he probado en este bello país en mis tres primeras semanas. Dentro de un rato me marcho a un concierto, un minifestival indie donde lo más granado de la modernidad defeña -todos los modernos son iguales en todas partes, del mismo modo que todos los osos pandas, las librerías o las fuentes son iguales en todas partes- moverá los pantalones ajustados a ritmo de deerhunter, the big pink y algunas bandas mexicanas (escuchad Los Amparito, son buenos).<br />
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Ya tenemos casa y, aún más importante, internet. La casa se sitúa en un barrio encantador y decadente -aunque seguro; eso nos han dicho- llamado Cuautéhmoc, bastante céntrico, cuyas calles todas llevan nombres de ríos. Es muy agradable pasear por el Danubio, el Po, el Niágara o incluso el Ebro: los paseos se transforman así, a poco que eleves ligeramente los pies, en fantásticos recorridos en barca. Nosotros vivimos en Río Tíber, lo que nos acerca a Roma, aunque el crucigrama de ríos es amplio e incluye representantes de todos los continentes. Puedes ser atropellado en el caudaloso río Hudson o besar a una rubia de pechos perfectos a la orilla del Volga. ¡Y todo a diez minutos de casa! ¿No es genial?<br />
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Estas tres primeras semanas las he dedicado, básicamente, a hacer el amor y a acondicionar la casa, dos actividades que se retroalimentan entre sí. La primera me gusta mucho, la segunda no tanto. También he paseado bastante, recogiendo las primeras muestras del material genético que hace a toda ciudad única: detalles específicos, insignificantes a veces, la mayoría ya invisible para los autóctonos, pero que al recién llegado no dejan de asaltarle como lobos luminosos durante las primeras semanas. <br />
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¿El ADN defeño? Las jacarandas y sus flores azuladas, el caos circulatorio, la presencia de innumerables Volkswagen escarabajo (aquí llamados Vochos), las vírgenes, los puestos callejeros de comida, la amabilidad un tanto exasperante, la espectacular luz de los atardeceres, las sutiles diferencias lingüísticas, la comida indefectiblemente sabrosa. Un ejemplo, la fruta. Hacía tiempo que no probaba fruta tan rotunda. Es casi como comer colores.<br />
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En cuanto a mi relación con la rubia cósmica, todo fantástico entre las jacarandas. Ella trae dinero a casa, yo preparo paellas con romero y le compro libros. Está bellísima, le sienta bien eso de ser jefa. La tibieza del clima mexicano contibuye a que sus formas se realcen y yo, que no soy más que un titiritero, me dedico a moldearlas con pasión.<br />
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Espero que estéis todos bien, los padres con sus hijos, los novios con sus novias, los solteros con las putas luminosas que pueblan la ciudad.<br />
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Me gustaría mucho recibir noticias vuestras. La casa tiene cuarto de invitados -todavía no he sido suficientemente insoportable para probar sus mieles, pero seguro que se duerme bien-, así que ya podéis ir pensando en beberos el Atlántico conmigo. <br />
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Abrazos de vuestro Luigi/Luiso/Grosset/Tolesú/<wbr></wbr>Sobrinet/Bopo/Terreta desde Ciudad de México </div><div></div><div>PD: disculpad el correo común, pero se me hace imposible dedicarme, como Cristiano, a las individuales, tal es el reguero de cariños que he desperdigado por el mundo.</div><div></div><div><span style="font-size: x-small;"><a href="http://www.youtube.com/watch?v=bay_voSlO98">Banda sonora recomendada </a></span></div><div><span style="font-size: x-small;"><br />
</span></div><div><a href="https://docs.google.com/Doc?docid=0ARGVmCsoIiY0ZGc1cng2anRfMTJtOTh6dmpjNw&hl=en"><span style="font-size: x-small;">Instrucciones para cocinar paella con romero incluso desde el exilio</span></a></div>Ambrosius de Königsberghttp://www.blogger.com/profile/08543451222480592481noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8958608901950504686.post-81673984921368270522010-04-23T04:35:00.000-07:002010-04-23T04:35:14.207-07:00Guarrear con mujeres fáciles<i>Donde el autor sueña con una antología de la censura, un proyecto sin duda multidisciplinar y ambicioso. Y lo hace con una oda a los fabulosos censores franquistas, certeros, ácidos, sucios y muy divertidos </i><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjeeDaxbCt3xRotTXNK7R4ywNG73XwArCidGFx2fTB2hEoI-Ihs3d0rKHMS6957zfNpKQ2oAqNNFSrRvlpg3oWjmvuNUrZoSCHkgM9VdEIqliFFhTJKaY_2qCfzOxwkbUsCGVNBMkwYj9E/s1600/Imagen+3.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjeeDaxbCt3xRotTXNK7R4ywNG73XwArCidGFx2fTB2hEoI-Ihs3d0rKHMS6957zfNpKQ2oAqNNFSrRvlpg3oWjmvuNUrZoSCHkgM9VdEIqliFFhTJKaY_2qCfzOxwkbUsCGVNBMkwYj9E/s320/Imagen+3.png" /></a></div><br />
<span style="font-size: x-small;">Descargar imagen <a href="https://docs.google.com/fileview?id=0BxGVmCsoIiY0YmIxZDA1ODQtYmMxZC00YWZlLTliMTctZmYwZjJkZDFmNDZl&hl=en">aquí</a></span><br />
<span style="font-size: x-small;"><br />
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<span style="font-size: x-small;">Leer completo en <a href="http://www.elpais.com/articulo/cultura/obsceno/ampara/adulterio/elpepicul/20100418elpepicul_1/Tes">El País.</a></span>Ambrosius de Königsberghttp://www.blogger.com/profile/08543451222480592481noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8958608901950504686.post-70040121656485935462010-04-14T17:28:00.000-07:002010-04-16T05:09:29.222-07:00Los lectores de The Economist<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7Dm0kM0osYA8YC5a_lnoaNNjBGRgzsnIirSQtG9gJTGXtDHL-DivAEzWSjH9J8rVOlX8vuYqGL7iRBSpDqdJZFEwUSssaFPj-FNq18nja6dyTUQiZKXbWDuaq6_LjYG_us3QMPdWDl3o/s1600/spain_ca_deficit.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7Dm0kM0osYA8YC5a_lnoaNNjBGRgzsnIirSQtG9gJTGXtDHL-DivAEzWSjH9J8rVOlX8vuYqGL7iRBSpDqdJZFEwUSssaFPj-FNq18nja6dyTUQiZKXbWDuaq6_LjYG_us3QMPdWDl3o/s320/spain_ca_deficit.png" /></a></div><br />
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<i>Donde el autor evoca la época en que, en vez de blogs, escribía sesudos artículos sobre "el impacto de la apreciación del euro en las exportaciones españolas", artículos que luego entregaba a funcionarios del Instituto de Comercio Exterior. Todo por un segundo erasmus. </i><br />
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Era, básicamente, una clase de jóvenes ya no tan jóvenes compitiendo por una beca para vivir un segundo erasmus, esta vez bien remunerado y a ser posible en un país pobre, donde el dinero pudiera estirarse en forma de piso grande, mayordomo viejo y taxi diario. Por el contraste con sus ojos claros, piel blanca y cuerpo menudo, triunfaban por encima de todas las cosas las tetas de la chica valenciana, compañera de cigarro en el descanso de la siete junto con un navarro rubio tan atemorizado como yo, compañero de pánicos y mi mirada de reconocimiento en la clase adversa. <br />
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Pasaron diferentes cargos de distintos ministerios a hablarnos con fatalismo de las exportaciones españolas, como si fuésemos la selección de fútbol cayendo eternamente en cuartos de final contra Italia, <i>que ellos sí que sabían exportar y tener imagen país, porque la pizza es fácil y la paella es un plato complicado</i> y también porque <i>todo el aceite italiano es en verdad, aceite español, pero eso no lo saben los ingleses y lo más sorprendente es que nuestra primera exportación son los productos químicos y los coches, no los tomates ni las naranjas, a que no los sabíais, eh?, pues ese es el problema, que ni los españoles creen que su país puede exportar tecnología</i>.<br />
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Pasaron diferentes cargos de distintos ministerios, decía, pero mi preferido era un antiguo delegado de la cámara de comercio de Teherán a quien le gustaba arrastrarse con indolencia mientras explicaba la balanza por cuenta corriente. Era, de todos lo profesores, el más tranquilo. Pasaba algunas tardes infinitamente aburrido, pero sin estridencias, rascándose la espalda con la pared –decorada con frases célebres de premios nóbeles de economía– y balanceándose sobre el suelo de moqueta. Sus zapatos producían un sonido chirriante, como las maderas crujientes de un barco en el puerto, metáfora forzada en un edificio acristalado en mitad del parque de las naciones de Madrid, frente a las vías de tren, una media de treinta y tantos grados y el mar a quinientos kilómetros.<br />
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Pasaron diferentes empresarios de distintos sectores productivos. Incluido el vinícola, pero en aquella ocasión fuimos nosotros los que nos acercamos con fruición hasta unas bodegas de Valdepeñas. En el viaje de regreso a Madrid creí percibir en el rostro de la tutora la desoladora certeza de que esos cachorros borrachos no serían nunca capaces de revertir el déficit de la balanza de pagos de la economía española; con deje noventayochista miraba por la ventana los campos de La Mancha e intuía que, por muy pedantes que fueramos en clase, esa pseudo élite de mini oposición jamás leería The Economist en el baño.<br />
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Todos estábamos muy orgullosos de nuestro aceite de oliva virgen extra. Tanto que hicimos una cata en clase. Lo de la cata yo lo supe más tarde, cuando comprobé que esos vasos de plástico llenos de aceite solo servían para mojarse ligeramente los labios y no para apurarlos de un trago como un chupito de tequila. Demasiado tarde. Creo que en ese momento algún profesor empezó a eliminarme discretamente de la lista de los elegidos. <br />
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Todo trancurría en un halo de superioridad: éramos periodistas humanistas, no vulgares economistas desalmados. Éramos los elegidos. En general todo era confuso, hormonado y reconfortante, a pesar del pánico que yo sentía a ser preguntado en voz alta. Un día venía el delegado de México DF a explicarte que los aztecas eran unos asesinos que sacrificaban niños, otro día un consejero del Ministerio nos llamaba altermundistas; por la tarde un joven empresario nos proyectaba un mapa de China como una casilla de risk y suspiraba ante la imposibilidad de la conquista; a veces aparecía un profesor de inglés vestido de caricatura de profesor de inglés: ya saben, excéntrico, parlanchín, cáustico, extravagante, inventor del punk, hortera, amanerado, psicótico y, en este caso, fascinado por el nombre vasco de uno de los alumnos, a quien retenía después de clase para que le explicase, face to face, Su Punto De Vista Sobre El Conflicto Vasco.<br />
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Mi tutor de proyecto, el que inspiró mi sesudo estudio sobre el impacto de la apreciación del euro en las exportaciones españolas, tenía nombre bíblico y hacía bailar el reloj en su muñeca cada vez que iniciaba una explicación o cuando te miraba fijamente a los ojos para preguntarte en dónde te habías perdido. Me reconfortaba escucharle decir que "llegará un día en que estallará la burbuja inmobiliaria y entonces habrá millones de parados y delincuencia" porque eso significaba que habría monólogo político en vez de preguntas comprometidas. <br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div>De aquella clase salieron mis corresponsales en <a href="http://grisquijanoinhongkong.spaces.live.com/">Hong Kong</a>, <a href="http://venezuelajonron2.blogspot.com/">Caracas</a> y <a href="http://www.vjmovement.com/profile/253">Shanghai</a>. En uno de esos arrebatos de sensatez que uno no debería tener con 25 años, preferí quedarme en Madrid con un trabajo fijo antes que arriesgarme con una beca. Durante unos meses guardé The Economist en el baño de mi casa, para impresionar a las visitas, y en las sobremesas de las comidas explicaba a mis padres y a mis tíos que Antolín, un humilde mecánico de Burgos, se había convertido en uno de los mayores productores de complementos de automoción del mundo. Pero luego olvidé las curvas de demanda y el mapa de las denominaciones de origen de los quesos españoles. Pero aprendí una lección de oro: nunca confundas el aceite virgen extra de arbequina con el tequila.Ambrosius de Königsberghttp://www.blogger.com/profile/08543451222480592481noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8958608901950504686.post-7643072829827490352010-04-14T07:51:00.000-07:002010-04-14T07:57:21.826-07:00Volverán las mujeres con paraguas<i><br />
Donde el autor esquiva mujeres bajo la lluvia</i><br />
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Ahora que ha vuelto a llover vuelven las mujeres con sus paraguas a bloquear las aceras. A veces no hay forma de adelantarlas, a no ser que andes por la carretera o que te roces contra las paredes como un equilibrista rodeado de pinchos que no son pinchos, sino las cápsulas de plástico que rematan las varillas del paraguas. Aunque no haga viento, las mujeres con paraguas oscilan a derecha e izquierda como un barco a la deriva y hay pocas cosas que puedan irritar más a un oficinista que llega tarde a la oficina que intentar adelantar a una de estas oscilantes mujeres con paraguas que tan pronto te aplastan contra la pared como te clavan en los ojos las aristas de su arma o te empujan contra el espejo retrovisor del coche aparcado o contra el tronco de uno de esos árboles que malcrecen en la orilla de algunas aceras o peor aún contra un contenedor de basura. Y si esto ocurre, si tú acabas estrellado, ellas te mirarán con miedo y un gesto de reproche, como si estuvieras loco o hubieras intentado robarles el bolso.<br />
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Ahora que ha vuelto a llover vuelven las mujeres con sus paraguas a bloquear las aceras, pero yo ya he aprendido a esquivarlas con un eslalon de cintura que las deja boquiabiertas y admiradas.Ambrosius de Königsberghttp://www.blogger.com/profile/08543451222480592481noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8958608901950504686.post-66862820531475853192010-03-31T02:39:00.000-07:002010-03-31T02:43:06.527-07:00Van a por nosotros, van a por nosotros<span style="font-style: italic;">Donde el autor cede la palabra</span> <span style="font-style: italic;">y así, haciendo trampas, hace como que escribe un nuevo post antes de finalizar marzo</span><br /><br /><br /><object width="480" height="385"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/BT-ddLvUjbE&hl=es_ES&fs=1&"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/BT-ddLvUjbE&hl=es_ES&fs=1&" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="480" height="385"></embed></object><br /><br /><a href="javascript:print()"><br /></a>Ambrosius de Königsberghttp://www.blogger.com/profile/08543451222480592481noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8958608901950504686.post-74008755445486430932010-03-15T03:30:00.000-07:002010-03-15T08:31:52.198-07:00It´s deep in the middle<span style="font-style: italic;">Donde el autor deconstruye, a modo de oda, el desierto australiano. El resultado es un cóctel de atropología light, </span><span style="font-style: italic;">plagado de prejuicios, delirios y sucesos paranormales</span><br /><br />Frases que voy oyendo sobre los aborígenes<br />They sit and do nothing<br />No tienen ética del trabajo ni del ahorro<br />No son tan ordenados (tidy) como los blancos<br />El gobierno se gasta mucho dinero en ellos<br />y cada vez mueren más pronto<br />los padres beben, los hijos esnifan gasolina<br /><br />En el duermevela febril del coche por la tarde<br />con seis dioptrías por ojo<br />distingo claramente el perfil de un aborigen<br />en una nube en el cielo<br />y un grupo de nativos armados<br />en los arbustos al borde de la carretera<br /><br />el desierto,<br />como las diapositivas de capiteles románicos<br />en clase de historia del arte en COU<br />los lunes a primera hora de la mañana,<br />se presta fácilmente al delirio<br /><br />unos franceses y australianos se bañan en una poza en un cañón en el desierto<br />It´s deep in the middle<br />dice uno de ellos<br />y yo apunto la frase en mi cuaderno<br />y me prometo usarla<br />en una oda al desierto<br />completamente fuera de contexto<br /><br />llegan nadando a una pared de piedra<br />y uno a uno van escalando<br />medio efebos medio monos<br />Como un cortejo<br />los chicos saltan cada vez desde más alto<br />mientras ella, bikini negro, los mira en escorzo<br /><br />Finalmente hasta la chica francesa<br />salta al agua<br />de pie y tapándose la nariz con los dedos<br />y su grito y su risa<br />remiten indefectiblemente<br />a verano en el Sardinero<br /><br />Vamos a ver un pueblo aborigen modélico.<br />Wallace Rock Hole<br />dice el guía.<br />pero cuando llegamos ya está cerrado para turistas<br />Subimos a lo alto de una colina y nos muestra orgulloso unas placas solares<br />con forma de antenas caza ovnis<br />el reflejo del sol<br />ya podéis imaginaros<br />es asombroso<br />El fotógrafo, a falta de aborígenes sonriendo<br />fotografía teléfonos intergalácticos<br /><br />Vamos a ver otro pueblo aborigen, reacciona el guía<br />Se llama Hermannsburg,<br />y lo fundaron pastores luteranos alemanes<br />En los porches de las casas, coches desvencijados y niños desnudos<br />en la iglesia fotos de aborígenes en blanco y negro<br />y cuadros chillones de Jesucristo en Palestina<br />y música de fondo de un coro de mujeres<br />En el museo, una pequeña cafetería<br />La especialidad de la casa<br />apfelstrüdel<br /><br />en la habitación de al lado<br />un grupo de turistas alemanes<br />con máscaras anti moscas y pantalones cortos<br />ríen animadamente mientras ven, de fondo,<br />de pasada<br />con desgana<br />a un viejo aborigen<br />comiendo carne con la mano<br />en un documental de los años 70<br />(aproximadamente)<br /><br />Afuera, una plantación de palmeras<br />plantadas por un camellero afgano en el siglo XIX<br />¿qué le dice un camellero afgano a un aborigen australiano?<br />o un cuento de Borges<br />o se cierra el telón.<br /><br />Llegaron a través del estrecho de Timor<br />al menos hace 40.000 años<br />Eran cazadores recolectores<br />eran nómadas<br />no tenían agricultura<br />ni ganadería<br />cazaban mediante la técnica de fuego<br />aún a veces lo hacen<br />y provocan terribles incendios,<br />comenta el guía disgustado<br /><br />Hace millones de años<br />un cometa impactó en Goosse Pluff<br />y el guía compara las colinas concéntricas<br />con las ondas que forma una piedra en el agua.<br /><br />Según la explicación de los aborígenes<br />este lugar fue creado por el impacto de un bebé<br />caído del cielo<br />por un descuido de las siete hermanas danzantes<br />las pléyades<br />Es decir,<br />misma explicación científica y mitológica<br />para un mismo acontecimiento geológico.<br /><br />El guía está exultante,<br />orgulloso de los aborígenes<br />ahora mismo estaría dispuesto a olvidar<br />sus incendios<br />sus alcoholismos<br />su pereza<br />su gastos del erario público.<br /><br />Por la noche, cenando<br />cocodrilo, kanguro y salchichas de emu<br />el fotógrafo rompe su silencio<br />apoya el tenedor en el plato<br />apura su copa de vino blanco<br />y mirando fijamente al guía<br />pronuncia una frase enigmática<br /><br />In Spain babysi(s)ter is kangaroo<br /><br /><br /><br /><a href="javascript:print()">Imprimir</a>Ambrosius de Königsberghttp://www.blogger.com/profile/08543451222480592481noreply@blogger.com3