lunes, 15 de marzo de 2010

It´s deep in the middle

Donde el autor deconstruye, a modo de oda, el desierto australiano. El resultado es un cóctel de atropología light, plagado de prejuicios, delirios y sucesos paranormales

Frases que voy oyendo sobre los aborígenes
They sit and do nothing
No tienen ética del trabajo ni del ahorro
No son tan ordenados (tidy) como los blancos
El gobierno se gasta mucho dinero en ellos
y cada vez mueren más pronto
los padres beben, los hijos esnifan gasolina

En el duermevela febril del coche por la tarde
con seis dioptrías por ojo
distingo claramente el perfil de un aborigen
en una nube en el cielo
y un grupo de nativos armados
en los arbustos al borde de la carretera

el desierto,
como las diapositivas de capiteles románicos
en clase de historia del arte en COU
los lunes a primera hora de la mañana,
se presta fácilmente al delirio

unos franceses y australianos se bañan en una poza en un cañón en el desierto
It´s deep in the middle
dice uno de ellos
y yo apunto la frase en mi cuaderno
y me prometo usarla
en una oda al desierto
completamente fuera de contexto

llegan nadando a una pared de piedra
y uno a uno van escalando
medio efebos medio monos
Como un cortejo
los chicos saltan cada vez desde más alto
mientras ella, bikini negro, los mira en escorzo

Finalmente hasta la chica francesa
salta al agua
de pie y tapándose la nariz con los dedos
y su grito y su risa
remiten indefectiblemente
a verano en el Sardinero

Vamos a ver un pueblo aborigen modélico.
Wallace Rock Hole
dice el guía.
pero cuando llegamos ya está cerrado para turistas
Subimos a lo alto de una colina y nos muestra orgulloso unas placas solares
con forma de antenas caza ovnis
el reflejo del sol
ya podéis imaginaros
es asombroso
El fotógrafo, a falta de aborígenes sonriendo
fotografía teléfonos intergalácticos

Vamos a ver otro pueblo aborigen, reacciona el guía
Se llama Hermannsburg,
y lo fundaron pastores luteranos alemanes
En los porches de las casas, coches desvencijados y niños desnudos
en la iglesia fotos de aborígenes en blanco y negro
y cuadros chillones de Jesucristo en Palestina
y música de fondo de un coro de mujeres
En el museo, una pequeña cafetería
La especialidad de la casa
apfelstrüdel

en la habitación de al lado
un grupo de turistas alemanes
con máscaras anti moscas y pantalones cortos
ríen animadamente mientras ven, de fondo,
de pasada
con desgana
a un viejo aborigen
comiendo carne con la mano
en un documental de los años 70
(aproximadamente)

Afuera, una plantación de palmeras
plantadas por un camellero afgano en el siglo XIX
¿qué le dice un camellero afgano a un aborigen australiano?
o un cuento de Borges
o se cierra el telón.

Llegaron a través del estrecho de Timor
al menos hace 40.000 años
Eran cazadores recolectores
eran nómadas
no tenían agricultura
ni ganadería
cazaban mediante la técnica de fuego
aún a veces lo hacen
y provocan terribles incendios,
comenta el guía disgustado

Hace millones de años
un cometa impactó en Goosse Pluff
y el guía compara las colinas concéntricas
con las ondas que forma una piedra en el agua.

Según la explicación de los aborígenes
este lugar fue creado por el impacto de un bebé
caído del cielo
por un descuido de las siete hermanas danzantes
las pléyades
Es decir,
misma explicación científica y mitológica
para un mismo acontecimiento geológico.

El guía está exultante,
orgulloso de los aborígenes
ahora mismo estaría dispuesto a olvidar
sus incendios
sus alcoholismos
su pereza
su gastos del erario público.

Por la noche, cenando
cocodrilo, kanguro y salchichas de emu
el fotógrafo rompe su silencio
apoya el tenedor en el plato
apura su copa de vino blanco
y mirando fijamente al guía
pronuncia una frase enigmática

In Spain babysi(s)ter is kangaroo



Imprimir

3 comentarios:

Diego E. B. dijo...

Al final, Ambrosius, entre tus odas y Avatar vais a conseguir que no duerma por las noches.

Putos jipis.

Gran Danés dijo...

Una oda descriptiva y neorrealista italomágica del desierto australiano.

No podía faltar, claro, –aunque se trate ya de un tópico dentro de la literatura de viajes sobre el desierto australiano–, El Sardinero.

Ambrosius de Königsberg dijo...

Detective, a tí el sueño te lo quita el gran Arcadi.

Ya te comenté, Granda, el asombroso parecido entre el Uluru y la isla de Mouro de Santander. Un hecho que merecerá futuras odas alucinadas con su punto de nostalgia prefabricada. Como diría Él Inombrable, estaaamos trabajaaando el eeello